Alrededor de dos semanas estuvo en la UACh la investigadora Gabriela Ritokova, de la Oregon State University y la Swiss Needle Cast Cooperative, quien se reunió con el equipo del Laboratorio de Salud de Bosques, encabezado por el Dr. Rodrigo Morales, profesor del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de esta casa de estudios. Los científicos buscan sumar conocimientos para controlar el patógeno que afecta al pino oregón: Phaeocryptopus gaeumanni, estableciendo una comparación entre su comportamiento en Chile y Estados Unidos.
Características del patógeno
Phaeocryptopus gaeumanni es una enfermedad fungosa que afecta al pino oregón, especie nativa de Estados Unidos. Este patógeno crece en los estomas de la hoja de las coníferas, causando obstrucción e impidiendo la realización de la fotosíntesis, lo cual tiene como resultado la defoliación del árbol y una fuerte disminución en su crecimiento.
El Dr. Morales estudia esta enfermedad desde el año 2008, cuando realizó sus estudios de doctorado. El 2015, a raíz de sus publicaciones sobre este tema, fue contactado por el Dr. Dave Shaw, académico y especialista en Salud y Protección de Bosques de Oregon State University y Director actual de la Swiss Needle Cast Cooperative, con quien se reunió en Estados Unidos para exponer su trabajo.
Análisis en Chile
La Cooperativa, bajo el alero de la Universidad, lleva 20 años estudiando este patógeno en EE.UU, asesorando a las principales empresas forestales de ese país. “Poseemos desde hace 20 años datos de vigilancia aérea de la enfermedad con lo cual hemos podido observar cómo aumenta su desarrollo e intensidad”, explicó la Gabriela Ritokova. La Cooperativa posee una colaboración tanto pública como privada y también académica, en British Columbia. Además, no solo la integran compañías, sino también el Servicio Forestal y un gran grupo de investigadores, como patólogos, silvicultores y expertos en suelos, mejoramiento genético, etc.
Dicho monitoreo se quiere replicar en Chile y para ello el primer paso fue el establecimiento de cuatro parcelas de estudio, dos en el Fundo Huilo Huilo; una en Mocho Choshuenco y otra en Villarrica.
“La idea es que estas parcelas sean permanentes y permitan evaluarlas cada 5 años. Cada una está compuesta por 100 árboles”, indicó la investigadora. Se utilizarán los mismos índices que en Estados Unidos, con el fin de establecer una metodología similar para comparar datos, comparación que también se hace con respecto a Europa. “Esto ayudará a determinar el efecto real que tiene la enfermedad en el decrecimiento del volumen del árbol, lo cual aún no se ha determinado en Chile. Este trabajo generará una estrategia para mitigar este impacto”, afirmó Cristian González, investigador del Laboratorio de Salud de Bosques y estudiante de Doctorado. En Chile, se planea establecer más parcelas de estudio el próximo año para contar con datos más sólidos a la hora de postular a proyectos.
Ritokova expresó que el control de esta enfermedad no ha sido fácil. “A pesar de que existen manejos silviculturales para su control no tenemos aún una respuesta al problema, ya que no hay una receta para manejarla, sino que depende mucho del sitio donde están los bosques y también del clima”.
Los investigadores destacaron que esta colaboración no es solo de investigación, sino también académica, ya que generará tesis de pre y postgrado. “Tanto para la UACh como para la Cooperativa esta colaboración es esencial para trabajar en conjunto, y compartir la información generada. Adicionalmente se contó con el apoyo del Servicio Agrícola y Ganadero de la Región de La Araucanía, a través de la Coordinadora Regional de Plagas Sra. Maritza Schäfer, quien valoró estas instancias de colaboración internacional en beneficio del sector forestal chileno en temáticas fitosanitarias”, señaló el Dr. Rodrigo Morales.