Mira la conferencia en: TV Austral
El académico de la Universidad de Santiago de Chile considera importante el intercambio académico y la posibilidad de dictar cursos o talleres en otras universidades, por ello es que no lo pensó dos veces y aceptó la invitación que desde la Escuela de Graduados de la Facultad de Filosofía y Humanidades le hicieron el año pasado para programarse y visitar a nuestra ciudad durante esta semana.
La asignatura, «Chile actual: Cultura, prácticas y modelo de sociedad«, buscó comprender los principales procesos sociales, económicos, políticos y culturales que han configurado el escenario del Chile actual y estuvo dirigido a un grupo de estudiantes del Magíster en Comunicación que se inscribieron previamente para participar.
Conversamos con el destacado sociólogo de varios temas contingentes antes del comienzo de sus clases, analizamos el futuro de la educación, del movimiento AC y de la regionalización.
¿Crees tú que se realizará, en este Gobierno, el llamado a una Asamblea Constituyente?
Mi impresión es que necesariamente habrá Asamblea Constituyente, pues es el único sistema que resolverá el problema del sistema político, que hoy carece de legitimidad. Desde este escenario es importante hacer una nueva constitución que vincule lo político con lo social.
Es probable que la Asamblea Constituyente no ocurra durante el Gobierno de Michelle Bachelet. La Nueva Mayoría intentará proponer otra vía para los cambios a la Constitución, pero finalmente se darán cuenta que la Asamblea Constituyente es la única forma.
Para agilizar este proceso, es importante que quienes lideraron el movimiento AC le instalen la urgencia que amerita.
En materia de Educación, ¿será posible concretar que sea Pública, Gratuita y de Calidad?
La propuesta que plantea este Gobierno no es buena, se protege al sistema de un modo absurdo. En ningún país del mundo existe subsidio a la demanda y gratuidad. Chile tiene muchos recursos para invertir en educación, el problema está en que no saben bien cómo gastarlos.
Por ello, cada institución de educación superior debe trabajar propuestas desde su territorio, con la lógica de su realidad para llevarlos a cabo. No esperar lineamientos centrales. Lo ideal es tener la fuerza para diseñar políticas públicas y ponerlas sobre la mesa para generar reales cambios.
Así, por ejemplo, la UACh y Universidad de Concepción nacieron de iniciativas ciudadanas que se comprometieron con las necesidades de sus regiones. Una vez que el Estado se negó a abrir universidades en dichas zonas, la ciudadanía tomó las riendas del asunto para generar polos de desarrollo. Es decir, hay ejemplos de cambios reales producidos por movimientos sociales.
¿Es la Educación el motor para cambiar la desigualdad?
En parte lo es, pues hay elementos de la educación que podrían mejorar la desigualdad, pero también se requieren otras dimensiones. La riqueza del país está en sus ciudadanos, en su capacidad de pensar y de trabajar. Para mejorar la desigualdad se necesitan cambios importantes, especialmente en la institucionalidad.
Chile tuvo su mejor momento económico y lo desaprovechó para hacer algo con la desigualdad. Estamos entre los 10 países más desiguales del mundo, en el ’86 éramos de los tres. Como país, hemos desperdiciado mucho tiempo en no cambiar este sistema que beneficia a unos pocos y perjudica a la gran mayoría.
¿Tendrán las regiones un rol importante en este Gobierno?
El que Michelle Bachelet haya elegido a Ministros o Subsecretarios que provienen de regiones es sólo una señal. Para que se generen cambios reales en el centralismo, el Gobierno debe proveer de una articulación real. Cada región tiene su pequeño centro y una gran periferia, esto se replica a lo largo del país.
Para constituir clusters o polos de desarrollo regionales se necesita una real política. Hoy no existe algo así. Es más, cada región recibe sólo el 10% del presupuesto anual; en otros países ese porcentaje se duplica y hasta triplica.
De señales y buenas intenciones no hemos salido en los últimos años, es hora que las propias regiones demanden un espacio relevante en el país.
Durante la conferencia «Chile actual: Cultura, prácticas y modelo de sociedad«, que dictó el jueves para inaugurar el año académico de la Escuela de Periodismo, el académico de la USACh compartió con los estudiantes de pre y postgrado que asistieron.
El Presidente del Centro de Estudiantes de la escuela, Nicolás Aguilera, fue el responsable de presentar al invitado ante un auditorio prácticamente lleno de entusiastas que deseaban escuchar el análisis y la opinión de este destacado sociólogo.
El tema de la desigualdad fue el principal eje de la conferencia, destacando los resultados de las investigaciones que ha realizado y plasmado en sus libros.
Así ha descubierto que son dos las culturas que preservan la desigualdad en Chile: el Chile Profundo, que es conservador en su significado, busca otorgar una articulación de valores que hacen más estable el statu quo y el Chile del emprendimiento, que es transformadora, pues busca invitar al riesgo, a desanclar a los individuos de las determinaciones colectivas e históricas.
“La desigualdad en Chile aparece legitimada desde dos modelos principales que comparten la concentración del poder: la era oligárquica y la era empresarial o financiera”, señaló Alberto Mayol.
El tiempo se hizo poco para todas las preguntas de los asistentes, quiénes se interesaron en conocer su opinión sobre Venezuela y Maduro, el Gobierno de Michelle Bachelet, la reforma a la Educación y los cambios a la Constitución.