Considerando que se ha difundido de modo amplio, un correo electrónico del Sindicato de Docentes que informa e interpreta resultados de la reciente elección de Rector, y considerando que, a mi juicio, dicha información contiene imprecisiones notables, he querido compartir algunas reflexiones sobre el mismo, con la comunidad académica.
En el comunicado que el Sindicato de Docentes entrega en el día hoy, sobre el resultado de la reciente elección del Rector, se deslizan afirmaciones que, en sí, constituyen equivocaciones importantes respecto a lo que se pretende demostrar.
Son equivocados los métodos que cambian las bases sobre las cuales se efectúan los cálculos, y por tanto, son erróneas las conclusiones que se desprenden de los mismos.
La nota del Sindicato señala que un 44,3% (229/517) votó a favor del Rector, y consideran para ello la relación existente entre votos a favor del rector y el universo total de posibles votantes.
Cuando en el año 2006 se efectuó la anterior elección de Rector, todos, y seguramente también los miembros del Sindicato, asumieron que el actual Rector había ganado con un 53,07% (242/456) de los sufragios; esto es, asumiendo la relación de sus votos, respecto del total de votos válidamente emitidos, esto es, excluidos nulos y blancos.
Utilizando exactamente la misma lógica anterior, el resultado de la actual votación indica que el Rector fue electo con el 100% de los votos (229/229). Sin embargo, considerando que se trata de una situación inédita al existir sólo un candidato, los resultados que se dieron a conocer, incorporaron los votos blancos y nulos como si se tratasen de votos válidamente emitidos, asumiendo que en ellos, existiría una manifestación de oposición al Rector, la que en otras circunstancias debió haberse canalizado en votos válidos a favor de un candidato oponente. En esta relación, el resultado es de un 62,6% (229/366) de aprobación.
Sin embargo, afirmar que la aprobación del Rector alcanza sólo a un 44,3%, es decir, minoritaria respecto del universo, representa un error equivalente a indicar que en la pasada elección del año 2006, el actual Rector sufrió un rechazo mayoritario, dado que su votación alcanzó a sólo un 45,9% (242/527) del universo.
Dentro de la afirmación entonces, se desliza una conclusión implícita evidentemente errónea; esto es, extrapolar que toda la abstención de 151 académicos representan en su totalidad, votos no emitidos de rechazo al actual Rector.
Lo anterior significa ignorar normas básicas de cálculos asociados a la representación democrática ejercida a través de sufragio libre. Las afirmaciones por tanto, son equivocadas y las extrapolaciones son erróneas. Lo delicado en este caso, es que provienen de un sector de académicos que justamente debieran privilegiar en alto grado, la rigurosidad y la precisión en cada una de las afirmaciones que emitan.
Profesor Jorge Díaz Castro
Académico Instituto de Administración
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas