El glioblastoma es el cáncer más frecuente y letal del sistema nervioso central donde, incluso después de tratamientos terapéuticos como la resección quirúrgica, la radiación y la quimioterapia, solo el 10% de los pacientes sobreviven más de un año. Esta enfermedad es constantemente estudiada en el Laboratorio de Biología Tumoral del Instituto de Bioquímica y Microbiología de la Universidad Austral de Chile, con el objetivo de poder aportar a un mejor diagnóstico y tratamiento.
Ejemplo de ello es el trabajo desarrollado por Arnaldo Rosales, estudiante del programa de Doctorado en Ciencias mención Biología Celular y Molecular de la Escuela de Graduados de la Facultad de Ciencias de la UACh, quien presentó en el LXXVII Congreso de la Sociedad Chilena de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía los resultados de su investigación “Diagnóstico y pronóstico de glioblastoma con marcadores presentes en plasma sanguíneo. Detección de vesículas extracelulares de células troncales hipóxicas de glioblastoma que promueven fenotipo quimio resistente”.
Según el científico, su trabajo se basó en la detección de biomarcadores de quimiorresistencia en vesículas extracelulares de biopsia líquida de pacientes. El uso de esta técnica representa una alternativa más económica, práctica, menos invasiva y sin los riesgos de morbimortalidad asociados a la biopsia sólida comúnmente utilizada.
“En el procedimiento tradicional para el diagnóstico y pronóstico de este cáncer se usa la resonancia magnética y la extracción de la masa tumoral del cerebro, muestras a partir de las cuales se estudia qué tipo de cáncer es y en qué estado está para establecer el pronóstico. Sin embargo, esto podría realizarse o complementarse por medio de proteínas (biomarcadores) desde la sangre en los pacientes, de manera más expedita y menos invasiva”, agregó Rosales.
Respecto a la proyección de su investigación, indicó que aún es necesario un estudio muestral más amplio a fin de establecer una correlación entre el nivel de los biomarcadores y la sobrevida de las y los pacientes, una vez aplicada las terapias. Una mayor expresión de estas proteínas en los pacientes indicaría que la terapia no estaría haciendo su efecto, permitiendo la toma de decisiones para el tratamiento.
“Actualmente, la biopsia tumoral sigue siendo el estudio más completo debido a que ya se encuentra caracterizado el qué y cómo observarlo, sin embargo, en el futuro se debería avanzar hacia no tener que hacer cirugía para poder hacer diagnóstico y seguimiento a la enfermedad”, concluyó Arnaldo Rosales.
Finalmente, cabe destacar que la presente investigación es desarrollada en el marco del proyecto FONDECYT 1200885 liderado por la Dra. Claudia Quezada, y también con financiamiento del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII).