El rescate de la memoria y la creación de espacios de aprendizaje son aspectos fundamentales en la actualidad para promover la educación patrimonial, y es justamente aquello que se propone el proyecto «Memoria industrial y espacios de aprendizaje. Material didáctico y apoyo pedagógico para la promoción del Patrimonio Cultural Industrial de la ciudad de Valdivia”. La iniciativa adjudicada al Fondo del Patrimonio Cultural convocatoria 2021, es dirigida por la Coordinadora del Área de Educación Patrimonial de la Dirección Museológica UACh, Carolina Maturana. El foco de la iniciativa se encuentra puesto en promocionar el vínculo histórico, social, cultural y territorial del Patrimonio Industrial de Valdivia y las ciudadanías locales a través de la elaboración de un kit de materiales didácticos interactivos para aplicar en establecimientos educacionales y en la museografía permanente del Museo Histórico y Antropológico Maurice Van De Maele.
Según explicó Maturana, la idea tras esta iniciativa surgió desde un diagnóstico compartido entre el equipo central del proyecto, compuesto por las antropólogas Joselyn Jaramillo y Lorna Rebolledo, quienes coincidieron en medio de distintas experiencias y canales, del estado de escasez de referencias educativas vinculadas para la enseñanza del patrimonio industrial de Valdivia. “Nos dimos cuenta de que no se ha ahondado en ese campo más allá de referencias arquitectónicas y/o de otro tipo de disciplinas, por lo cual, ha tenido baja incidencia hacia la escuela, no ha existido una bajada conceptual ni metodológica para ser enseñado y apropiado en clave escolar. Esto nos llevó a plantearnos las posibilidades que tiene la ciudad de Valdivia y las distintas miradas sobre el patrimonio que pueden levantar los barrios, museos y escuelas sobre ella. El área de la memoria o el rescate de la memoria industrial de la ciudad impulsa a incorporar todas las dimensiones del patrimonio para que llegue a las nuevas generaciones, hecho que motivo en un principio el desarrollo de este trabajo. De la misma manera, creemos que la base sólida del modelo que plantea este proyecto va a sostener el material didáctico, el cual está pensado desde un enfoque de “la ciudad educadora” donde nosotros también compartimos compromiso dentro de esta idea de intensificar o direccionar las acciones educativas en la ciudad para que vaya en beneficio de ella misma. En el fondo buscamos enseñar desde la ciudad, en la ciudad y para la ciudad”, indicó.
El trabajo con comunidades es fundamental para rescatar las memorias entorno a un tema y en el caso de esta iniciativa patrimonial contempla el levantamiento de una cartografía social del paisaje industrial de la ciudad. Concepto que en elfondo resume y ordena la documentación de las experiencias vinculadas a las industrias, trabajo que se realizará junto a vecinos y vecinas de barrios industriales de antaño como lo son: Barrios Bajos, Collico e Isla Teja. Allí la información se levantará a través del empleo de metodologías participativas que faciliten la activación de la memoria y su documentación con la responsabilidad que eso conlleva. Para Joselyn Jaramillo, Antropóloga con experiencia en la línea de patrimonio industrial regional y encargada del área del Participación Ciudadana del mismo proyecto, la cartografía viene a ser un elemento visual para ordenar esta información, visualizando los distintos relatos que vayan surgiendo y colocándolos en una línea de tiempo, para que todo esto confluya en un relato final, el cual permitirá generar el material didáctico a trabajar con docentes y escolares. “El primer paso fue ubicar estos barrios y dada la experiencia de trabajo siempre es bueno ingresar a ellos a través de sus organizaciones porque este es el canal representativo que ellos tienen. En este caso lo hicimos a través de las juntas de vecinos y los comités de desarrollo vecinal. Las modalidades de trabajo van a incluir trabajos focalizados con adultos mayores, lasque comenzarán con una visita al museo histórico para ponerlos en contexto y desarrollar junto a ellos focus groups temáticos, pero que incluirán ciertas matrices respecto a la información que deseamos levantar”, señaló.
Jaramillo, igual se refirió a la importancia de abordar el patrimonio industrial desde una nueva perspectiva más allá de la arquitectónica. “Lamentablemente hemos podido apreciar que el patrimonio industrial siempre ha sido descrito desde la arquitectura, desde aquello que no queda, desde lo que había, desde la línea de diseño, desde una funcionalidad, pero en este proyecto queremos trabajar más a fondo. Estas industrias estaban ubicadas en barrios antiguos que todavía existen, Isla teja, Collico y Barrios Bajos. Entonces más allá de ver las ruinas de la zapatería en Barrios Bajos queremos entender cómo funcionaban, cuál era la dimensión política, económica y cultural de todo este patrimonio industrial que había en Valdivia. Deseamos darle esa relectura presente, desde la habitabilidad de un territorio.”
La iniciativa que se ejecutará durante todo este 2022 y hasta comienzos del próximo año no solo contempla la elaboración y uso educativo de una cartografía didáctica para la enseñanza y aprendizaje del patrimonio industrial, si no también su aplicación en escuelas. Para esto se efectuará una experiencia piloto por medio del trabajo con tres establecimientos educacionales ubicados en los barrios con pasado industrial: Escuela Alemania, Colegio Aliwen e Instituto educacional Collico. “Nosotros presentaremos un contenido de contextualización curricular para 5to y 6to básico basado en la dimensión social y cultural de industria, complementando la visión económicaque se tiene de la misma, lo cual de alguna forma viene a acercar una experiencia local que parece lejana para las nuevas generaciones. Los saberes que recogerá la cartografía de memoria en los barrios, será la base del tablero de uso escolar, material que los niños y niñas podrán trabajar en clases, incorporando y reconociendo el testimonio de sus vecinos en la historia que se cuenta en la escuela. A través de fotografías documentadas con memorias de los barrios conocerán las distintas dimensiones que tiene este proceso industrial en Valdivia, y los alcances de valor patrimonial que tiene esta época para la ciudad, y por tanto promociona el cuidado cariñoso que se debe tener con los vestigios del pasado que aún tenemos presente”, aclaró Maturana.
Finalmente, la iniciativa implementará una serie de 5 cápsulas de realidad aumentada en el Museo Histórico y Antropológico Maurice Van De Maele siguiendo los contenidos emergentes de la cartografía social, referencias historiográficas y registros fotográficos del Archivo del Museo. Sustentando el componente interactivo a los futuros recorridos museográficos que experimenten los públicos escolares en su visita a la muestra museal durante el año académico. “Estas cápsulas vienen a dinamizar el recorrido guiado en el museo, cumpliendo así con el rol del museo integral, vale decir, un espacio que incorpora en sus museografías las memorias de los barrios de la ciudad e interactúa con los públicos de manera más activa, en la perspectiva del desarrollo de habilidades que se puede hacer desde un recorrido presencial. Esto nos impulsa a ver la tecnología más que como una herramienta, si no como un lenguaje a utilizar para los distintos públicos que visiten el museo. Realzando a través de ella ciertos intereses o temáticas sobre este periodo histórico en la ciudad que estará contado por los propios barrios, enlazados con los estudiantes y dialogando con los visitantes por medio de un relato con mayor cercanía, conexión emotiva y sensorial, pero desde el lenguaje tecnológico”, manifestó Jaramillo.
Conoce más sobre este proyecto y sus avances en www.museosaustral.cl