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Mientras el gobierno sigue trabajando a toda máquina en la redacción de la indicación sustitutiva para cambiar el proyecto de reforma a la educación superior, el Consejo de Rectores se reúne en Valdivia para seguir analizando el texto y los cambios que debería tener el documento. Oscar Galindo, rector de la U. Austral de Chile y anfitrión de la reunión que se hará hoy, analiza y comenta cuáles son los cambios que debe hacer el gobierno para que el proyecto sea apoyado de forma transversal.
¿Cómo ha visto la tramitación de la reforma? El gobierno trabaja en una modificación, ¿qué falló?
El proyecto tiene muchos problemas y no se puede entender por qué ingresó. Tenemos la impresión de que se rescató el proyecto de Eyzaguirre y se presentó un documento que no recogió de manera adecuada el conjunto de observaciones que hicieron distintos actores del sistema. De alguna manera, lo que se hizo durante esa administración sigue vigente y es un proyecto que no está centrado en la educación superior, sino que en cómo regularla y en el financiamiento a los planteles privados. (Adriana) Delpiano tiene la oportunidad para, vía una indicación sustitutiva, corregir el conjunto de errores que tuvo que heredar.
¿Cuál es el principal problema del proyecto?
El texto no recoge adecuadamente el modo en cómo se constituyó el sistema de educación superior en nuestro país, que se creó a partir de un sistema público de provisión mixta que, por razones históricas, incorporó como eje los planteles estatales, pero, además, a las instituciones católicas y a tres universidades más que el país creó con estructuras jurídicas no estatales: la U. de Concepción, la U. Técnica Federico Santa María y la U. Austral de Chile. Estos no fueron proyectos privados, fueron proyectos públicos que el Estado recogió y asumió que le correspondía financiarlos. Este proyecto borra la historia y pretende crear sólo dos subsistemas: uno estatal y otro privado integrado por los planteles públicos tradicionales y por los creados después del 81.
El lunes la ministra dijo que se iba a reconocer a los planteles no estatales. ¿Cree que se cumpla y cuál debería ser ese reconocimiento?
No tenemos razones para no creer lo que la ministra ha dicho. Creemos que ella tiene esa convicción, pero esperamos que el Ejecutivo en su conjunto entienda que este no es un capricho corporativo de un grupo de instituciones que quiere ser reconocida. Esperamos que entiendan que este es un problema y riesgo importante para el país si es que no son capaces de reconocer a estas instituciones. Quiero poner un ejemplo: en la Región de Los Ríos no hay una universidad estatal, ha sido la U. Austral la que ha cumplido la función pública y la comunidad nos reconoce así, por lo tanto, no considerar ello en institucionalidad, en financiamiento, significa una cosa bien sencilla: que los estudiantes que concurren a este plantel no van a tener los apoyos que requieren. Espero que la ministra logre lo que nos está planteando, porque es imprescindible para que el proyecto salga adelante, de lo contrario corremos el lamentable riesgo de no tener un proyecto.
Da la impresión de que la indicación tiene que presentar un proyecto nuevo…
Mientras los cambios sean buenos y vayan en el sentido que hemos estado conversando, estoy seguro que la ministra y el gobierno van a tener la oportunidad de avanzar en un proyecto con un mayor nivel de consenso político y ciudadano. Creo que el país merece un proyecto distinto.
¿Cómo cree que debería organizarse el financiamiento en la indicación?
Se ha hablado de restituir algunos fondos basales que existen hasta el día de hoy, como el Aporte Fiscal Directo. Pero creo que lo que se requiere es una comprensión un poco más de fondo. El financiamiento basal a las instituciones es bajo y éste tiene que crecer significativamente y convertirse en un porcentaje mayor del presupuesto de las instituciones, porque de esa manera es como los planteles expresan su autonomía y pueden planificar a largo plazo y cumplir sus compromisos con las regiones. Cuando se creó el Cruch el año 54 se creó un sistema de financiamiento público basal, nosotros no esperamos que ese sistema cambie de un día para otro. Hay que dar señales de que el país quiere avanzar en una dirección distinta para ir desterrando la lógica de mercado e ir fortaleciendo una oferta de carácter público. Lamentablemente, el proyecto da la señal contraria. Se eliminan los fondos basales y, por lo tanto, se crea un sistema de financiamiento por transferencia para los estudiantes: gratuidad, becas y créditos, y un fondo basal por desempeño y seguramente algún sistema de concursabilidad. En la práctica, se eliminan los aportes basales y ese es un error estratégico que el país no puede permitirse.
En ese sentido, ¿no debería existir el fondo por desempeño a la investigación que se reparte entre privadas post 81?
Creo que el país puede ir definiendo un conjunto de instituciones post 81 que puedan incorporarse a un régimen más cercano a lo público y compartir sistemas de financiamiento. Hay algunas instituciones que han ido avanzando en esa dirección, pero eso no quiere decir que el sistema de financiamiento que tenga esa universidad tiene que ser el mismo sistema de financiamiento que tienen las del Cruch.
¿Está de acuerdo con lo que dijo el contralor, que los planteles, mientras reciban fondos públicos, sean auditados por la Contraloría?
En términos conceptuales, absolutamente de acuerdo. Ahora, en términos prácticos, hay que ver cómo eso se operacionaliza, porque las propias Ues. del Estado están pidiendo cambios al sistema de control que tienen hoy, porque les limita su desarrollo y afecta su gestión, por lo tanto, si eso se hace, asegurando una gestión adecuada, bienvenido sea.