Recientemente hemos sido testigos de varias intervenciones urbanas, ejecutadas por ACTIVA Valdivia del Consorcio Valdivia Sustentable (CVS), del cual la Universidad Austral de Chile es uno de sus socios. En una de éstas, la Plaza Activa ubicada contigua al ex-pasaje Guarda, podemos disfrutar no sólo de un espacio de recreación, sino también de aprendizaje, por cuanto existe un infograma generado por el programa Valdivia Arqueológica de la Dirección Museológica de la UACh que muestra la evolución histórica de nuestra ciudad. Este es un excelente ejemplo de ciencia para y con la ciudad.
La entrega de conocimiento no solo pone en valor la investigación científica sino que nos hace participes y responsables de generar cambios para mejorar la calidad de vida en nuestra sociedad. En este lugar podemos aprender sobre cómo Valdivia desde su fundación poseía un espíritu fluvial, representado hoy, principalmente por sus ríos y humedales urbanos que, en conjunto con muchas áreas naturales, reconocemos como infraestructura verde.
En el pasado estos espacios permitieron el desarrollo de nuestros pueblos y hoy siguen aportándonos múltiples servicios ecosistémicos. Por ejemplo, la regulación climática y provisión de agua, esenciales a la hora de pensar en la adaptación al cambio climático, el cual es hoy más evidente que nunca con la sequía que estamos experimentando. El potencial de encontrar un modelo urbano adaptativo que ponga en valor esta infraestructura verde en sinergia con la gris (espacio construido), nos lleva a ser protagonistas de un programa científico internacional, que busca desarrollar modelos de ciudades resilientes a eventos extremos climáticos.
Mientras ciudades como Portland o Nueva York en Estados Unidos buscan reconstituir su infraestructura verde reemplazando grandes y costosas obras de concreto, obsoletas por el acelerado cambio climático de los últimos 100 años, Valdivia posee más de la mitad de su superficie cubierta por ésta, con la posibilidad de poner en valor su patrimonio natural e histórico, incorporando en la toma de decisiones información científica de excelencia que la UACh ofrece a las autoridades y la ciudadanía, para generar soluciones innovadoras, flexibles y multidimensionales.
Por ejemplo, si conserváramos los humedales urbanos aseguraríamos una mejor regulación climática e hidrológica local, al mismo tiempo de aprovisionar de espacios para la recreación y conexión con nuestra identidad. Este es el poder de adaptación que nuestros antepasados usaron para desarrollarse entre lagunas y humedales. ¿Vamos a esperar a perderlos para darnos cuenta lo importante que eran?
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS