Incógnitas de la arquitectura moderna en el sur de Chile: La revolución del color es el título del artículo que acaba de publicar en junio pasado la revista VAD. Veredes, Arquitectura y Divulgación, en su número 9 (2023). Los autores responsables de la investigación son Elisa Cordero Jahr, académica de la Escuela de Diseño de la Universidad Austral de Chile, y Gonzalo Cerda Brintrup, de la U. del Bío-Bío.
“El artículo es parte de una investigación en curso, sobre la explosión de color que hubo en el período de la arquitectura moderna en Chile, debido a la utilización de ciertos materiales coloreados como azulejos, vidrios, teselas y otros”, cuenta la académica de la UACh, al tiempo que precisa que la investigación fue presentada, junto a Gonzalo Cerda, en el último Congreso Internacional de Color realizado en Canadá, en junio de 2022.
Los autores del artículo se plantean las siguientes preguntas: ¿Cuál es rol del color en la arquitectura moderna? ¿Cómo se manifiesta el color en las diversas etapas del desarrollo de dicha arquitectura? Situando la problemática en Chile, plantean la hipótesis de que entre las décadas de 1930 y 1940 la arquitectura fue predominantemente monocromática y luego, entre 1950 y 1960, es policromática, cambio que “transformó por completo la expresión de la obra moderna”. Cordero y Cerda llaman a esta modificación la “revolución del color”.
En las 10 páginas del texto Cordero y Cerda repasan hitos importantes de la arquitectura moderna en Chile, arquitectos y sus obras, materialidades, todo esto para exponer el análisis del uso del color y dar respuesta a sus interrogantes. Las que plantean son, según ellos, problemáticas insuficientemente abarcadas por la academia en las disciplinas del diseño, la arquitectura y las artes.
Elisa Cordero se ha desarrollado en la investigación y creación de proyectos relacionados al color como objeto de interés. Su motivación por el color en relación con la arquitectura nace “porque estudié Diseño Gráfico en una escuela de arquitectura y diseño (en la Universidad Católica de Valparaíso, donde Francisco Méndez Labbe fue mi profesor de taller), porque trabajé 18 años en el Instituto de Arquitectura y Urbanismo enseñando color (entre otras cosas), porque el color comencé a estudiarlo desde la arquitectura a través de la motivación que produjo en mí la obra de Ernst Kasper y las largas conversaciones que tuvimos en relación a la arquitectura y el color (él me regaló mi primera carta de colores y mi primer libro sobre arquitectura y color)”. Agrega que a todo lo anterior se le suma su interés por los viajes y recorrer ciudades “observando el color de sus atmósferas cromáticas, y porque casualmente la persona con quien investigo en este ámbito actualmente es arquitecto”.
El estudio del color de Elisa Cordero abarca más que solamente la arquitectura, y eso se evidencia en el proyecto FONDART Nacional que está liderando actualmente, un estudio cromático de los paisajes en la Región de Los Ríos que terminará en una carta de colores con identidad regional. En la Escuela de Diseño de la UACh, trabaja el color desde el diseño tanto en sus talleres, como en los cursos optativos que ofrece.
VAD. Veredes, Arquitectura y Divulgación es una revista científica sobre la cultura, teoría y proyectos de arquitectura. Entre sus publicaciones acepta artículos científicos, críticas de arquitectura y reseñas de libros. Se publica semestralmente en versión digital y papel, bajo la licencia Creative Commons, por lo que su contenido es de acceso abierto y se puede acceder a éste en su sitio web oficial.