“La más patógena de todas es la cepa Sporothrix Brasilensis porque se puede transmitir a través de la piel sana. Por ejemplo, el gato está enfermo, deja la mucosa sobre la superficie de un mueble de la casa, apoyas el brazo ahí y te infectas.
Los felinos fallecen al contraer el hongo, ya que los ataca en forma sistemática invadiendo todos sus tejidos. En Ró de Janeiro existe actualmente un brote de diversos tipos de Sporothrix. Entre el año 1998 y 2012, en Brasil, han ocurrido 4 mil casos, 3.800 casos felinos y 120 casos de perro. En Chile todavía no tenemos estadísticas. Eso sí, están apareciendo los primeros casos pero son raros en nuestro país…”
Esto es en parte lo que explica el Dr. Patricio Godoy, tecnólogo médico, Doctorado en Ciencias y en Infectología, y Director del Instituto de Microbiología Clínica de la Facultad de Medicina UACh.
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