Tras la exitosa presentación en la Casa Luis Oyarzún del libro Contramarea, antología poética que reúne el trabajo de siete jóvenes poetas, conversamos con dos de ellos y también con su maestro. La obra constituye la cuarta edición del Taller de Literatura para Estudiantes UACh que imparte la Dirección de Extensión bajo la dirección del Prof. Lionel Henríquez. En ella, publican una selección de sus mejores trabajos los estudiantes Romina Altamirano, Isidora Cuevas, Víctor Cornejo, Juan Pablo González, Daniel Muñoz, Surimana Pérez y Roberto Sáez.
Cabe destacar que la presente edición se utilizará como texto escolar en el proyecto “Semillas de juventud” en Bogotá, Colombia, en una iniciativa liderada por el poeta Joseph Berolo, quien participa con uno de los comentarios a Contramarea presentes en la glosa internacional de la publicación.
Autores
Isidora Cuevas, estudiante de cuarto año de bioquímica UACh e integrante del Taller desde 2011, cultiva actualmente como motivos de inspiración poética el naturalismo sureño, con un estilo contemplativo y de reflexión. Respecto a su experiencia en Contramarea, comentó “he aprendido a utilizar muchas tácticas o técnicas para hacer de la escritura literaria un oficio, de una manera más estructurada, que hace falta cuando uno sólo sabe escribir sentimientos. Siento que he tenido un gran cambio desde que comencé en el taller y parte de eso se ve reflejado en esta antología”, destacó la poeta oriunda de Puerto Cisnes.
Roberto Sáez, estudiante de tercer año de pedagogía en lenguaje y comunicación UACh, valdiviano, integra el Taller Contramarea desde 2011. Al igual que el resto de sus compañeros literarios, valora el aprendizaje de esta instancia la cual le ha permitido mejorar su expresión poética. “Vine a aprender lo que no sabía, pese a que ya escribía desde antes, pero con una tendencia quizás a escribir cosas más personales, que es con lo que uno siempre parte. Aquí quise aprender lo que es realmente literatura, quizás más académica, pero que tiene una utilidad para reafinar lo que uno quiere expresar”.
Asimismo, Roberto otorga un valor adicional a la retroalimentación que permite el taller con sus compañeros de escritura, diversos en vocaciones profesionales pero homólogos en expresión literaria. “De alguna u otra manera después uno transmite todo esto con los compañeros y se va creando como un lazo casi secreto de traspaso de influencia que es muy interesante”, destacó.
Orgullo de poeta
El Prof. Lionel Henríquez, recientemente ex académico de la Facultad de Ciencias en la cual se desempeñó desde 1974 ejerciendo docencia en matemáticas, dio origen en 2008 a este Taller Literario que bajo el alero de la Dirección de Extensión llega a su cuarta publicación con la Antología Contramarea. Anteriormente publicó Verbos en Aguaviento, En la Otra Ribera, y De Búhos y Alondras. Cabe destacar que cada una de estas obras fue vinculada a coediciones extranjeras, estableciendo vínculos de difusión y retroalimentación literaria con México, Argentina, Colombia, y más recientemente Perú a través de Contramarea.
Al respecto, el académico y poeta describe con orgullo el desarrollo del taller en sus cinco años de existencia. “Imagínate que para cualquiera un libro ya es una cosa importante, pero cuatro libros significan que hay una trayectoria. Lo que he hecho en el taller ha estado en continuo crecimiento, porque bueno, los productos son los que mandan y como decía Aristóteles ‘uno no es nada más que el resultado de lo que sus discípulos pueden decir de uno’. Lo importante es que esto ha servido de ventana de la Universidad en el extranjero, México, Argentina, Bogotá ahora con el proyecto Semilleros de Juventud, y gente que me escribe de otras latitudes, de Guatemala, Colombia, Ecuador, España y en todas está presente la Universidad a través del taller. Qué más puedo querer para mí, es un justo término de mis labores académicas en la Universidad, estar haciendo poesía y no matemática, eso es lo más relevante”.
Sin desmerecer el trabajo de las publicaciones anteriores, “Contramarea” demuestra una madurez en múltiples aspectos, desde la calidad del producto a su contenido, que destaca por incorporar una glosa internacional con opiniones de diversos poetas extranjeros tales como Manuel Salvador Leyva, de México, Antonio García Vargas, España, y Bella Clara Ventura, entre otros.
“Es que bueno, como todas las cosas en la vida uno tiene que ir de menos a más –explica Henríquez- el primer año por supuesto habían buenos trabajos, pero las críticas que pudieron pasar por aquí por allá en el segundo se fueron cerniendo, el tercero igual, pero aquí en el cuarto me las jugué por entero a que saliera en todo aspecto lo mejor de lo mejor y de hecho en el mismo libro lo plantean los poetas que comentan la glosa internacional, que más te podría decir, creo que ser poeta es una cosa, pero ser maestro en la poesía es una enorme satisfacción. A pesar de que siempre prefiero mantener bajo el perfil, cuando se puede hablo de lo que hay que hablar; pero lo más importante es lo que hacen nuestros estudiantes, se sienten poetas y son poetas, y eso con el poco tiempo que les doy, que más te puedo decir”, culmina.