Han transcurrido 10 años desde que la Orquesta de Cámara de Valdivia (OCV) de la Universidad Austral de Chile cautivó con sus primeras interpretaciones al público valdiviano, los días 10 y 11 de mayo de 2010, pero para llegar a tan anhelado suceso, Cristóbal Urrutia, creador y gestor de la OCV, trabajó durante más de tres años para concretar el proyecto y formar así la primera orquesta profesional y de tiempo completo en la ciudad.
“Los primeros bosquejos son de fines del 2006, cuando todavía estaba viviendo en Bélgica. No recuerdo exactamente por qué empecé con la idea, pero sí recuerdo con mucha claridad una reunión con Javier Chamas, quien era el Secretario ejecutivo del Consejo de la Música. Seguramente le escribí desde Bélgica, y cuando pasé por Chile en marzo o abril del 2007 nos juntamos”, comenta el primer Director Artístico de la OCV.
Al instante, recuerda un momento muy querido y una coincidencia que hasta el día de hoy le sorprende: “Le comenté a Javier que tenía la idea de formar una orquesta de cámara a tiempo completo y Javier, al otro lado de su escritorio, me quedó mirando y me abrió unos tremendos ojos, se quedó helado por unos segundos, salió a imprimir algo y volvió con una convocatoria, un llamado a presentar manifestaciones de interés, puntualmente para la creación de orquestas profesionales fuera de la Región Metropolitana, eso lo recuerdo con perfecta claridad, fue un momento muy impresionante para mí”.
Respecto a la creación de la OCV al alero de la UACh, comenta que: “El Conservatorio de Música era como una casa para mí, acompañé muchas veces a mis papás cuando eran profesores. Corría por ahí desde los 7 años, además de ir a mis clases después cuando era más grande”. El cariño y la cercanía que sentía y siente por la institución, los trabajadores y las autoridades fue fundamental al momento de buscar un espacio para proyectar su idea.
Si bien Cristóbal recibió la noticia de que se había decidido financiar este proyecto en julio de 2009, el convenio entre la Universidad y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), actual Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se firmó el 2 de febrero de 2010, entre la ministra Paulina Urrutia y el Rector de ese momento, Víctor Cubillos. A partir de ese instante, comenzó a funcionar la Orquesta de Cámara de Valdivia, compuesta inicialmente por un Director Ejecutivo, un Director Artístico y un encargado de Producción.
El entonces violinista y profesor del Conservatorio de Música recuerda con nostalgia quienes fueron parte de esta iniciativa y añade que: “son más de 50 personas las que aportaron con ideas, personas que entregaron muy generosamente su tiempo. Es súper difícil no nombrarlos a todos y a todas”. Autoridades como Javier Chamas, Juan Omar Cofré, Patricio Jiménez, Óscar Galindo, entre muchas más, son algunas de las que destaca Cristóbal. También señala que amigos músicos y directores como Víctor Hugo Toro, Eduardo Browne, Pedro-Pablo Prudencio, Rodolfo Fischer y Sebastián Errázuriz fueron un sustento artístico de gran apoyo para el proyecto.
Con ya diez años de trayectoria del elenco, llega el momento de evaluaciones y de nuevos desafíos. “Creo ha habido una gran cantidad de aciertos. Valdivia tiene una orquesta profesional con músicos de una excelente calidad, con una oferta súper atractiva para el público que se interesa, pero también con propuestas súper ricas para los escolares, por ejemplo. Las vidas que la Orquesta toca en cada una de sus presentaciones, cada una de esas personas sale enriquecida de un concierto. El principal desafío es que hayan más personas que tengan esa oportunidad, y no hablo económicamente; para mí el gran desafío es superar las barreras del desconocimiento, de lo que realmente es un concierto de la Orquesta, de que sí es música para todo aquel que quiera y esté realmente interesado”.
Desde el inicio de la presente temporada, la Orquesta ha tenido que reinventar la forma de su funcionamiento, ya que la rápida expansión del COVID-19 no ha permitido realizar ninguna actividad presencial. Por lo anterior, la OCV ha creado diversas campañas digitales para seguir compartiendo y aprendiendo con su público. Cristóbal, quien fue su Director Artístico por 6 años y Director Ejecutivo por 3 años, destaca que: “La expresión artística es una parte inseparable de todos nosotros y de la sociedad en sí. La Orquesta ha tenido una capacidad de reacción muy notable, está produciendo y generando contenidos e iniciativas que me parecen muy atractivas e interesantes”. Cerramos la conversación con sus deseos de que la agrupación siga creando momentos maravillosos y enriquecedores, como los que él mismo atesora para este aniversario de la OCV: 10 años viviendo Valdivia.