Más de 50 médicos veterinarios de la zona centro norte del país participaron en Chillán de un curso de capacitación en Tuberculosis Bovina (TB), actualizando conocimientos y enfatizando aspectos de epidemiología, inmunología, patología y diagnóstico de la enfermedad.
La instancia fue organizada por el Instituto de Medicina Preventiva Veterinaria de la Universidad Austral de Chile (UACh), organismo encargado de la ejecución del Plan Nacional de Capacitación en Tuberculosis Bovina, previa adjudicación de un Fondo SAG.
En este sentido, Leonidas Valdivieso, director regional del SAG de Biobío, destacó que esta capacitación es fundamental para el trabajo que deben realizar los profesionales, “para lograr el objetivo que como Ministerio de Agricultura y país nos hemos propuesto, lo que nos permitirá mejorar la inocuidad de los productos y subproductos de origen pecuario y por ende aumentar las exportaciones”.
Rafael Tamayo (UACh), director del proyecto nacional, sostuvo que los objetivos del curso son “nivelar los conocimientos de los colegas y establecer protocolos y mecanismos comunes para el trabajo de control y erradicación de esta enfermedad, sobre todo considerando que la región del Biobío funciona como barrera sanitaria entre el norte y el sur del país”.
Lo anterior, puesto que el SAG ha dividido el país en 2 zonas epidemiológicas para enfrentar esta enfermedad: una de control, desde Arica hasta las provincias de Concepción y Biobio, y otra de erradicación, que va desde la provincia de Arauco hasta la región de Magallanes.
Por ello, Tamayo explicó que la capacitación sistemática y permanente de los veterinarios de la zona de control es vital para fortalecer esta barrera sanitaria natural en el país. “Es fundamental que todos manejemos la misma información y los mismos procedimientos y protocolos, sobre todo en la zona de control que presenta mayor prevalencia de la enfermedad respecto del sur del país; y donde se hace sumamente necesario afinar el diagnóstico y tratamiento de rebaños infectados, así como fortalecer la inspección en mataderos”, dijo.
Riesgos para el ser humano
Si bien la Tuberculosis Bovina es una enfermedad propia de los animales, puede ser transmitida al ser humano y viceversa (antropozoonosis).
Las formas de contagio para el hombre son diversas, sin embargo, las más comunes son por vía digestiva (consumo de leche cruda), y por vía inhalatoria (contacto con aerosoles expulsados por los bovinos mediante la tos).
Al respecto, Tamayo manifestó que no se deben crear alarmas, pero sí tomar conciencia respecto de ciertas costumbres que constituyen riesgo de contagio para las personas. “No se debe consumir leche de vaca sin hervir; mismo caso para la elaboración de quesos. Además, es necesario aplicar medidas de bioseguridad para quienes trabajan directamente con los animales, principalmente aquellas que tienen que ver con limpieza y desinfección”, dijo.
El profesional recordó, a modo de ejemplo, que en México se detectaron casos fatales de niños y adultos por Tuberculosis Bovina, cuya causa fue precisamente el consumo de quesos elaborados con leche no pasteurizada.