Un taller organizado por la Corporación Nacional Forestal -CONAF-, realizado en Concepción, se llevó a cabo con el fin de crear un Plan de Conservación para el pudú, especie nativa clasificada como vulnerable. Para ello, CONAF conformó un equipo núcleo integrado por profesionales de dicha institución y académicos de las universidades Austral de Chile (UACh) y de Concepción.
En la primera sesión, se expuso sobre la situación actual del pudú con el fin de determinar cuáles son las principales amenazas y la gravedad de éstas. La mayor parte del trabajo se focalizó en la distribución norte, desde la Región del Maule hasta la de La Araucanía.
La amenaza de perros vagos con dueño
Uno de los temas de investigación del académico del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Dr. Eduardo Silva, es el impacto de los perros vagos con y sin dueños en la fauna. En este taller, el profesor que hoy ejecuta un proyecto FONDECYT enfocado en esta área, advirtió que una de las principales amenazas para el pudú son los perros que ingresan a las áreas protegidas. Un gran porcentaje de estos perros poseen dueño y, sin embargo, vagan libremente en zonas cercanas a estas áreas, depredando la fauna. Otro porcentaje de estos animales son perros abandonados.
“Está documentado que la mayor parte de estos perros poseen propietario, es el grueso del problema”, afirmó Silva. “Lo concreto, es que una de las principales causas por las que entran pudús a centros de rescate como CEREFAS de la UACh, es por ataques de perros. A través de encuestas, se ha determinado que en situaciones donde hay perros y pudús, la probabilidad que el primero ataque al pudú es muy alta. Por otro lado, cuando se produce el ataque, la probabilidad de que el pudú muera es del orden de 50% o más”, afirmó el académico, quien además es parte del Grupo de Especialistas de Cérvidos de IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), a través de la cual apoyó en el trabajo de la actualización del estado de conservación del pudú a nivel internacional.
Actualmente, las Áreas Protegidas donde se están monitoreando pudús son la Reserva Costera Valdiviana, de The Nature Conservancy, el Parque Alerce Costero y la Reserva Nacional Nonguén, ambos administrados por CONAF.
La importancia de la ciencia
Por su parte, la encargada de la Sección Conservación de la Diversidad Biológica de la CONAF, Ana Hinojosa, expresó que trabajar en colaboración con la academia es muy relevante, “ya que como servicio público, administramos las áreas silvestres protegidas del Estado y es importante elaborar instrumentos de gestión que apoyen la conservación tanto dentro de estas áreas como fuera de ellas”, afirmó.
“No obstante lo anterior -agregó-, muchas veces no tenemos el conocimiento científico ni biológico de algunas especies nativas, por lo que es fundamental trabajar en colaboración con quienes han investigado. En este caso en particular, es relevante elaborar un instrumento de gestión como lo es el Plan Nacional de Conservación del pudú, con apoyo de la UACh, lo que hará que este instrumento sea más sólido, esté más apegado a la realidad y pueda ayudar efectivamente a mejorar la conservación de este carismático ciervo en nuestro país», explicó.
Otras amenazas
Pero no solo los perros afectan la conservación del pudú, también se ven amenazados por la destrucción de su hábitat. “La transformación de la vegetación nativa en ecosistemas productivos (sistemas ganaderos, forestales, agrícolas y también urbanos) han reducido gran parte del hábitat de esta especie, que es principalmente bosque nativo”, afirmó el Dr. Darío Moreira, académico del Laboratorio de Estudios del Antropoceno de la Facultad de Ciencias Forestales de la UdeC.
Asociado al cambio de uso de suelo, se encuentran los incendios forestales, lo que también redujo la vegetación nativa. “El año 2017 vivimos incendios de gran magnitud e intensidad que redujo las pocas remanencias de vegetación nativa, principalmente en la zona costera entre la Región del Maule y del Bío Bío”, agregó.
Finalmente, el académico indicó que, aunque en menor medida, es importante mencionar la tenencia ilegal de pudú por parte de algunas comunidades rurales, lo que evidencia la importancia de trabajar en educación, ya que mucha gente sin saberlo mantiene individuos de pudú como mascota.
Eduardo Silva expresó que “están las capacidades y habilidades para poder ligar las acciones que se tomen con instrumentos de planificación y de gestión que hoy ya existen”, sin embargo -agregó-, el éxito dependerá del financiamiento y de la gestión política de las distintas autoridades para que estos planes finalmente se implementen.
Los próximos talleres se llevarán a cabo en Chiloé, y el último en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.