Cada región del país tiene características propias, generadas por la diversidad de las personas y sus territorios. Las universidades regionales son entidades que promueven el desarrollo científico-tecnológico, la innovación, el progreso productivo, la generación de arte y cultura, la formación de capital humano avanzado, reducen las brechas de acceso a la educación superior y el desarrollo de los talentos. Integrándose y aportando al desarrollo armónico de los territorios, generando empleo, inversión, servicios, bienes públicos y actividad económica.
Las universidades regionales son entidades que juegan un rol relevante en la reducción de las diversas brechas, en el financiamiento de bienes públicos, en el desarrollo de los talentos y en la transmisión de los avances y el progreso tecnológico, aportando a la generación de mayor bienestar en la sociedad. En una época de transformaciones y cambios, son las universidades, especialmente las regionales, las llamadas a reducir esas brechas y generar oportunidades. La inclusión de pueblos originarios, la igualdad de personas, población migrante, el acceso a la salud y el reto tecnológico, entre otros, son desafíos de los que nos hacemos cargo.
La pandemia, las desacertadas políticas y regulaciones han impactado a las universidades en aspectos tales como: menores ingresos por matrícula, mayores gastos por conectividad, becas, e inversiones para mantener las aulas abiertas y contribuir al país. El efecto financiero por estudiante es mayor en el caso de las universidades de regiones, se estima un costo adicional por estudiante de $552.000, en cambio, en las instituciones de la Región Metropolitana en $490.000. Esto demuestra, no sólo el impacto económico por ser de regiones, sino que, deja al descubierto las evidentes diferencias de financiamiento que afectan a las universidades regionales y sus estudiantes.
Las Universidades que componen la Agrupación de Universidades Regionales de Chile (AUR) sostienen un estrecho y próspero vínculo con sus comunidades, a pesar de las importantes dificultades financieras que han enfrentado durante la pandemia. Y requieren del decidido compromiso del Estado, para que las personas y sus territorios se sigan beneficiando del valor que producen las universidades regionales.
En el actual contexto del proyecto de la Ley de Presupuesto 2022, los Vicerrectores Económicos agrupados en la AUR solicitamos:
La generación de políticas públicas que, reconozcan el rol y aporte de las universidades regionales que permite fortalecer a sus comunidades y territorios mediante la provisión de bienes públicos que impactan directamente a las personas, por lo anterior exponemos que:
a) Es necesario incrementar el financiamiento y presupuesto de las universidades regionales para revertir sus desventajas y atender las necesidades de la región y de los estudiantes, en cuanto a nivelar sus capacidades de ingreso descendidas menores en las áreas de lenguaje, matemáticas, ciencias y en su formación social y cultural, para ello se requiere un fondo basal.
b) Reconocer el aporte con el que contribuyen las universidades que se desarrollan desde regiones al desarrollo económico, cultural y social del país, mediante un incremento del fondo “Educación Superior Regional”.
c) Ante las dificultades que tienen las universidades de regiones para retener y atraer profesionales que aporten al desarrollo científico-tecnológico, es necesario un fondo que permita impulsar la ciencia y tecnología desde una perspectiva regional.
d) La Ley de Educación Superior 21.091 define a las universidades como instituciones que cumplen múltiples funciones en formación de pre y post grado, en vinculación con el medio, en investigación básica y aplicada y el desarrollo científico, tecnológico, sin embargo, omite mencionar los mecanismos y fuentes que financiarán la investigación básica y aplicada y el desarrollo científico.
e) Es necesario un trato preferente para las universidades de zonas extremas, se requiere un financiamiento diferenciado, generando una política pública que aporte al desarrollo equilibrado del territorio nacional. Son estas casas de estudios las que poseen mayores dificultades para atraer investigadores, las características limitaciones geográficas limitan la matrícula de pre y post grado, tienen mayores costos de funcionamiento ya sea en inversiones de capital, en recurso humanos y materiales asociado a los costos de transporte por su lejanía con la capital.
En consecuencia, declaramos que, las universidades regionales son agentes estratégicos de formación de capital humano, de innovación y producción científica, dan vida al territorio mediante la vinculación y la extensión cultural y, contribuyen de manera relevante a la actividad económica. En consecuencia, para mantener el quehacer universitario como se describe, es necesario un financiamiento que lo permita, que lo mantenga y que lo impulse, de lo contrario esto irá dañando la estabilidad de las instituciones y por consiguiente perjudicando el desarrollo de los territorios y del país.
Regiones 15 de noviembre del 2021