Si hay una persona que es símbolo de la perseverancia, amor por la Universidad, entrega y profunda visión por la difusión de las artes y la cultura, es sin lugar a duda Hernán Miranda. Artista destacado, quien con su visión y cercanía hizo posible para nuestra comunidad la admiración de un sin fin de obras y muestras de gran renombre que jamás olvidaremos.
Algunos quienes integramos la Universidad, tuvimos la dicha de ser cercanos a él, de conocerle desde hace ya mucho, y de soñar juntos. Fuimos convocados por ese optimismo y energía que hoy hace posible que estemos construyendo uno de los mejores museos de nuestro país, aquí en Valdivia, en nuestra Universidad.
Un hombre sencillo, cercano, talentoso, de grandes valores, Hernán fue capaz de hacernos partícipe del mismo sueño, que por más de dos décadas nos ha hecho perseverar y crear oportunidades para empezar a hacer posible ese anhelo, que muchos Rectores, estudiantes, comunidad académica y valdiviana en general hemos tenido, son los Amigos del MAC.
Hay edificios y obras que son importantes por su forma, otras por lo que albergan, otras por lo que simbolizan: el MAC es todo eso junto, y Hernán lo comenzó a hacer posible. Este magno proyecto cultural se está haciendo realidad y prontamente tendremos un nuevo ícono, un lugar donde el río, la ciudad y nuestra Universidad se encuentran.
Su partida deja una herida que será difícil de sanar, su pasión por el MAC es la huella que ha dejado en nosotros. Solo nos queda continuar su legado, hacer que este maravilloso museo sea el más importante de su tipo en nuestro país.
Continuaremos trabajando para engrandecer lo que Hernán comenzó hace varias décadas, porque las obras hay que terminarlas, y porque fue el deseo de uno de nuestros más destacados creadores. Como institución seguiremos vinculados con convicción al gran legado del querido Hernán.