Desde el Parque Nacional Alerce Costero en la Región de Los Ríos, investigadores de la Universidad Austral de Chile se refirieron a los bosques de alerces y cómo su trabajo científico ha acercado su vida a esta especie monumental que crece muy lento, y que puede vivir hasta los 4 mil años. Dos capítulos del programa Memoria de Árboles -“El milenario y grandioso alerce” y “El aporte del alerce a su entorno”- tuvieron a esta especie como protagonista, declarada monumento natural en 1976 y de la cual hoy solo sobrevive el 40% de su población original.
“Cuando comenzamos a estudiar los alerces existían muchos mitos, que no se regeneraban, que se estaban muriendo y que iban a desaparecer, por lo tanto, era mejor cortarlos. Lo cierto es que son árboles que crecen muy lento, se van despacio por la vida, por decirlo en términos sencillos”, afirmó el profesor Antonio Lara, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh e investigador principal del (CR)2.
Durante el programa, el académico expresó que una parte importante de sus investigaciones ha sido la reconstrucción climática a través de métodos dendrocronológicos. “Hemos podido reconstruir las temperaturas para los últimos 5.680 años”, afirmó.
Si bien indica que los alerces representan solo el 7% de los bosques en Chile, estas áreas están actuando como un reservorio de carbono en períodos milenarios y “eso es muy favorable como un amortiguador del cambio climático”, señaló.
Por esta razón resultan aún más preocupantes las amenazas a las que está expuesta esta especie. En Puerto Montt, por ejemplo, existe alto riesgo de incendios principalmente debido a la invasión que provocan los proyectos inmobiliarios en la zona y también a consecuencia del cambio climático.
“A mí los bosques de alerce me han cambiado la vida. Te dan una conexión grande contigo mismo”, expresó el académico en Canal 13C.
Aportes del alerce a su entorno
Por otro lado, la investigadora Dra. Camila Tejo se refirió a sus investigaciones sobre la copa de los árboles, lugar donde se acumulan y crecen diferentes plantas. “A medida que envejecen, se descomponen formándose un suelo epífito, el que contiene nutrientes, minerales y agua”, indicó.
El Dr. Jonathan Barichivich creció en las inmediaciones del Parque Nacional Alerce Costero, lo cual generó una especial conexión con esta especie desde pequeño. Hoy, en el mismo sitio, estudia estos bosques. “Estamos jugando a ser doctores en el fondo, tomando el pulso de los árboles, las hojas, de su fisiología y del ecosistema completo a escala de tiempo muy fina para entender cómo responden a los eventos climáticos, como la sequía”, explicó.
Ver video “El milenario y grandioso alerce”.
Ver video “El aporte del alerce a su entorno”.