Recientemente la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile celebró sus 60 años con la participación de ex alumnos y académicos, los cuales ayudaron a crear esta macro unidad. Su ubicación enclavada en las zonas con mayor importancia ganadera y acuícola del país hizo posible desarrollar un sello distintivo que rápidamente pudo impregnarse en la nueva Facultad. Tal es así que en la actualidad los médicos veterinarios formados por la UACh, son actores indispensables para entender el desarrollo del sector productivo pecuario de la zona sur austral.
Parece entonces paradójico que se cuestiona el rol público de instituciones de educación superior regionales como ésta que se originó a través de un esfuerzo descentralizado y colectivo, donde la comunidad valdiviana quería aportar a las necesidades de la Región. Los valores que guiaron su génesis permitieron dotar de profesionales con un sello humanista, ya que través del conocimiento científico y las artes pudiesen ir más allá de lo netamente técnico.
Hoy nuestra facultad se ha convertido en un referente de la enseñanza de la medicina veterinaria en el país. A nivel científico poseemos el primer programa acreditado de doctorado en ciencias veterinarias, disponemos de un moderno equipamiento científico donde se desarrollan actividades de investigación y poseemos infraestructura para el desarrollo de su enseñanza práctica con un moderno hospital veterinario y campos experimentales que son únicos a nivel nacional. Editamos desde 1969 la revista Archivos de Medicina Veterinaria que se ha constituido en un importante órgano de difusión de las ciencias veterinarias a nivel latinoamericano. Por ello es que estimamos que la formación de capital humano seguirá siendo el motor que nos guie en los próximos años. Junto a ello nuestro rol en la movilidad social es ejemplar en la UACh, y demuestra claramente que no basta solo con la premisa de la masificación de la Educación Superior, sino más bien de la combinación de un compromiso real por el bienestar de los estudiantes, en conjunto con una educación de excelencia.
Para continuar con nuestra labor, se necesita que a Valdivia y su Universidad se les trate con igualdad frente a otras instituciones del Estado. Solo así se garantizará el sueño del Dr. Morales: el que «una Universidad para el Mundo» permanezca en el tiempo infinito.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS