Conocido es el caso de las familias pehuenches que se opusieron a la construcción de la central hidroeléctrica en Ralco (Alto Biobío, Región de Biobío), de propiedad de una importante empresa española; la cual finalmente se instaló, al mismo tiempo que se llegó a un acuerdo con algunas de estas comunidades. Han pasado los años y hoy se han desarrollado una serie de proyectos de turismo comunitario en la zona, los que fueron conocidos en terreno por una delegación de la Región de Los Ríos.
La gira tecnológica estuvo integrada por 19 personas, la mayoría de las cuales pertenecen a los territorios de Huitag, Pocura, Traitraico, Liquiñe, Río Hueico, Punahue y Panguipulli, quienes están trabajando en iniciativas similares en el marco del proyecto “Nodo de turismo comunitario y economía solidaria en las zonas de amortiguación del Parque Nacional Villarrica y Reserva Nacional Mocho Choshuenco”, ejecutado por el Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible (CEAM UACh), Bosque Modelo y OMDEL Panguipulli, con financiamiento de Corfo Región de Los Ríos, Municipalidad de Panguipulli y Universidad Austral de Chile.
Aprendizaje en Alto Biobío
El grupo partió a primera hora del viernes 12 de junio desde Liquiñe para llegar en un poco más de seis horas a Alto Biobío donde los esperaban con una cazuela de ave para el frío. Una vez allá, conversaron con representantes de la agrupación Trekaleyin, que organiza el turismo comunitario en una zona donde el 90% de sus habitantes son mapuches. La organización trabaja con cinco comunidades: Butalelbún, Trapa Trapa, Cauñicú, Maya Maya y Pitril.
Los participantes visitaron la localidad de Pitril, ubicada cerca de Ralco; sin embargo, debido a la nieve, no pudieron acceder a las comunidades del interior (Butalelbún y Trapa Trapa), las cuales poseen una particularidad que es interesante para el nodo: trabajan en propiedades de uso colectivo.
Según explica el Coordinador del Nodo de Turismo Comunitario, Guillermo Pacheco, “fue una experiencia bastante interesante, sobre todo porque surge con el apoyo de organizaciones no gubernamentales hace diez años atrás pero hoy son iniciativas autogestionadas, sin participación de ningún otro organismo externo, como municipios o entes privados. Para ellos ha sido importante trabajar el turismo comunitario como una herramienta de reivindicación territorial de sus derechos, al mismo tiempo que estas cinco comunidades son las únicas que están descolgadas del trabajo con el municipio y del acuerdo con la empresa Endesa”.
Conflicto socioambiental
La delegación conoció en terreno las centrales hidroeléctricas Ralco, Pangue y Angostura, construcciones que generaron el desplazamiento de comunidades a territorios de mucho menor productividad, al mismo tiempo que se dan paradojas, como por ejemplo el alto costo de la luz; según comenta Guillermo Pacheco. Esto generó gran impacto en quienes integraban la gira, además de la visita al Museo Pewenche en Ralco, espacio que llamó la atención porque “no respondía a la visión antigua de los pehuenches si no que era más que nada una visión actual de cómo un pueblo está luego de una hidroeléctrica, con fotografías muy contemporáneas”, explica el investigador.
También visitaron la única cuenca hidrográfica no intervenida en el sector, la que se ubica en el Río Queuco, donde aún es posible encontrar comunidades.
“El turismo comunitario, además de ser una herramienta que beneficia o que genera renta para las familias, también sirve para defender los territorios de especulación de capital, inmobiliaria o intereses de capitales extranjeros”, sostiene el profesional del CEAM UACh.
Valiosa experiencia
Para el investigador del CEAM UACh y del Nodo de Turismo Comunitario, Christian Henríquez, fue muy valiosa la experiencia de intercambio cultural. “Encontrar pueblos hablando en su propia lengua creo que fue un acto destacable en el contexto de este proyecto. Creo que la gente que fue recordó, aprendió, volvió a usar su lengua y a confiar en ella como elemento importante de su cultura”, señala.
Añade que “las comunidades que fuimos a visitar tienen una experiencia y trayectoria en materia de turismo comunitario”, lo cual generó un intercambio en el que se abordaron temas prácticos como el alojamiento, la gastronomía, el rescate cultural y los productos con identidad, entre otros.
En esa línea, hubo mucho diálogo en chesüngun y mapudungún, utilizado por pehuenches de Alto Biobío y por mapuches de la Región de Los Ríos respectivamente. La actividad tomó mucha fuerza gracias a la presencia de una autoridad ancestral en la delegación: el lonco Genaro de la comunidad Felipe Caripán de Traitraico
Opiniones de participantes
Positiva fue la evaluación que hizo la Ñaña Willi (Traitraico): “Me pareció bien la experiencia porque conocimos a los hermanos mapuche allá y realizamos las conversaciones en mapudungún. Nos gustó harto porque conocimos nuevas experiencias en otro lugar, por ejemplo tenían otra manera de atender las personas”. Igualmente puso en relieve el trabajo en comunidad.
Por su parte, Angélica Chincolef (Pocura), comenta: “Están trabajando hace tiempo el tema del turismo comunitario y es bonito lo que están haciendo porque están muy unidos, lo que nos falta acá en la zona”. No obstante, tuvo sentimientos encontrados al ver lo que sucedió con las centrales hidroeléctricas.
Ariel Catrilaf (Lago Neltume), destaca que “las comunidades están muy unidas y eso es lo que nos falta a nosotros para llegar a ser así… Allá trabajan asociativamente el turismo comunitario”. Junto con reconocer que están recién empezando en la Región de Los Ríos, explica que “fuimos a sacar ideas” a Alto Biobío.
Mientras que Beatriz Chocori (del Parlamento de Coz Coz, Panguipulli), plantea que las experiencias en Alto Biobío “muestran al turismo como una alternativa de desarrollo local y es una posibilidad de trabajo conjunto con las personas y las comunidades, lo que permite, de alguna manera, afiatar también a las organizaciones y generar ciertos ingresos que finalmente van en beneficio de nuestra gente…. El turismo pasa a ser una posibilidad más dentro de esas otras actividades que nos permiten ser autosuficientes en algunos ámbitos de la vida diaria”.
Al igual que lo sucedido con un grupo de emprendedoras que viajaron a fines de marzo de este año a conocer el turismo comunitario en Brasil -gracias al Programa de Transferencia Tecnológica (PDT) Trawun, apoyado también por Corfo-; quienes tuvieron la posibilidad de ver lo que se está haciendo en Alto Biobío regresaron llenos de energía e ideas para potenciar este circuito único en la Región de Los Ríos que mezcla paisaje, cultura y defensa del territorio.