El pasado 25 de marzo se dio a conocer el Plan Estratégico que orientará las acciones de la UACh en el período 2020-2023, con un escenario prospectivo al año 2030. La sustentabilidad aparece como elemento en común a los objetivos transversales que se han definido para guiar el trabajo institucional en los próximos años.
Felipe Leiva, Jefe de Planificación Estratégica Institucional, destacó la presencia de las dimensiones Social, Económica y Ambiental de la Sustentabilidad en los grandes objetivos transversales. Al respecto planteó “la preocupación por el cambio climático y el desarrollo sustentable, el foco en la sostenibilidad económica – financiera de la Universidad y el aumentar la contribución a los temas de interés público, entre los cuales está también el desarrollo sustentable”.
“Esta Universidad siempre ha tenido el cuidado de la naturaleza como uno de sus grandes objetivos, basta revisar los estatutos de la Corporación para darse cuenta”, señaló, junto con advertir que la mirada de largo plazo que tiene este instrumento —al 2030— permite identificar cuáles son las tendencias más relevantes para esta década. “Uno de los temas es la preocupación por el cambio climático y los efectos que éste tendrá. Así, este plan recoge estas preocupaciones y genera acciones que han sido ampliamente consensuadas en la comunidad universitaria”, precisó.
En la misma línea, Mónica Alacid, Secretaria Ejecutiva del Comité de Sustentabilidad, señaló: “Con alegría vemos que la sustentabilidad aparece explícitamente en el Plan Estratégico 2020-2023, en la visión y misión de la Universidad que soñamos y en el primer objetivo transversal que habla de acercar más y mejor la Universidad a los desafíos de los tiempos actuales”.
Sin embargo, a juicio de la profesional, hay aspectos fundamentales para la infusión de la sustentabilidad que no se expresan. “Cuando revisamos en detalle, en los ejes de pregrado, vemos una total falta de inclusión de esta temática en las mallas curriculares de las carreras, algo que ya se había evidenciado en RESIES (Reporte y Evaluación de la Sustentabilidad en las Instituciones de Educación Superior) que mostró para el año 2018, un 32% de avances en la categoría de Docencia, justamente nuestro indicador más bajo”.
“Es urgente avanzar en tener egresados responsables con el medio natural y social, pues son ellos quienes tendrán la difícil misión de tomar decisiones socio-ambientalmente benignas y que cumplan con nuestra primera competencia sello: demostrar compromiso con el conocimiento, la naturaleza y el desarrollo sustentable”, advirtió Mónica Alacid.
El sentido de urgencia es compartido por el Consejero Académico Pablo Donoso, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, quien va más allá al instar a la “acción climática” para combatir el cambio climático y los impactos ambientales que están ocurriendo a nivel global. «Desde la perspectiva de mi disciplina, por ejemplo, la acción climática debería hacerse carne en las políticas de conservación y manejo del patrimonio natural de bosques de la UACh (más de 4.000 hectáreas), que incluye que este patrimonio contribuya al buen vivir de las comunidades regionales», apuntó.
Para el Consejero Académico, la infusión de la sustentabilidad en la institución avanza en la medida que se va dando contenido a los instrumentos de planificación o de ordenamiento que la Universidad va generando. «La sustentabilidad debe estar presente de manera transversal en las distintas instancias, por ejemplo, en los nuevos estatutos”, recalcó.
Es el caso de la inclusión explícita de la sustentabilidad en el Plan Estratégico a nivel de docencia de postgrado, moción que el Dr. Donoso logró incluir en la Política de Postgrado a fines del 2020 y que el plan estratégico recogió. El documento establece como objetivo el “incrementar la oferta de programas de doctorado en áreas del conocimiento transversales o desde enfoques inter y/o transdisciplinarios y su articulación con los programas de magíster”. (Lineamiento 10 Política de Postgrado).
El académico también se refirió a la importancia de crear una oficina de sustentabilidad, con personal contratado para ese fin, bajo una macro-unidad de alta jerarquía institucional, como Prorrectoría, medida que también denotaría compromiso institucional con la sustentabilidad.