Grandes fueron los logros manifestados por los siete niños con trastorno del espectro autista que participaron de los talleres de hipoterapia llevados a cabo por estudiantes y docentes de la Escuela de Pedagogía en Educación Diferencial de la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile. Gracias al Proyecto “Descubriendo nuestro entorno junto al caballo: Hipoterapia al servicio de niños con autismo” financiado por la Dirección de Vinculación con el Medio de esta Casa de Estudios, los menores –todos estudiantes de la Escuela Especial de Autistas “Camino de Esperanza” de Puerto Montt- llegaron hasta la “Granja Educativa Tierra Viva” -ubicada a 18 kms. de la ciudad-, para tener contacto con los caballos y llevar a cabo varios ejercicios sobre el lomo de estos animales.
“El movimiento variable, rítmico y repetitivo que solo el caballo puede proveer, potencia el desarrollo de los sentidos del niño en un medio natural, lo que permite facilitar su proceso educativo y la vinculación con el medio ambiente. Durante el proceso que se llevó a cabo en seis sesiones, en cada niño y niña se observó un notable incremento en su confianza, autonomía, comunicación, respuesta socio afectiva, manejo de emociones y contacto ocular con los tutores laterales. Además, alcanzaron un mayor nivel de atención respondiendo a su nombre y a instrucciones simples, y desarrollaron lazos afectivos con adultos”, señaló la docente Ms. Viviana Inzulza, directora del proyecto.
Además de las estudiantes y profesores de la carrera, los infantes siempre fueron acompañados por sus apoderados y personal de la granja de propiedad del médico veterinario Lionel Sariego que se involucró con esta iniciativa. Gladys, mamá de uno de los niños, manifestó sentirse feliz “porque mi hijo tuvo avances positivos entre una y otra sesión. Ojalá pudiéramos seguir contando con este apoyo de la Universidad Austral de Chile, porque de otra manera no tendría acceso a una alternativa como ésta”, dijo.
Para el grupo de estudiantes que participó, el proyecto también significó un importante aporte para su formación de pregrado, sobre todo en lo que respecta al manejo individual y grupal de los niños, mayor invención de estrategias para motivarlos y contenerlos y, sin duda, aumento de su confianza profesional. Las futuras educadoras que formaron parte de este equipo fueron: Andrea Ávila, Carmen Bustamante, Karina Cárdenas, Clara Chávez, Violette Codjambassis, Francisca Daza y Lesly Hernández, que también contaron con la dirección y colaboración de los docentes Mg. Ximena Oyarzo y Ms. Víctor Achiardi.
“Este proyecto permite vincular a los estudiantes de la Universidad Austral de Chile en entornos alternativos de trabajo pedagógicos con niños de características particulares, como responsabilidad social sobre la realidad local y como parte de su formación curricular universitaria”, concluyó la docente Viviana Inzulza.