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Una de las preocupaciones centrales de investigadores y profesionales que concurrieron al XXVI Congreso de la Sociedad Chilena de Fitopatología (SOCHIFIT) son las enfermedades que afectan a los cultivos agrícolas y al área forestal en el contexto del cambio climático.
Durante tres días (entre el 28 y 30 de noviembre), especialistas provenientes de instituciones públicas y privadas se ha reunido en Valdivia para participar de sesiones y conferencias en este evento que este año fue organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile (UACh) y por el Laboratorio Regional Osorno del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
En el ámbito de las enfermedades que afectan a los cultivos, se profundizó en la variación y la dispersión de enfermedades cuarentenarias en cultivos de la papa. En este contexto, el Dr. Richard E. Falloon, profesor de Lincoln University (Nueva Zelanda), se refirió a las “Enfermedades de la papa por Spongospora: biología del patógeno y su manejo integrado”, entre las que mencionó a la sarna polvorienta, agallas en raíces, e infección en pelos radicales.
Lo anterior -dijo- genera reducción del crecimiento de la planta, multiplicación del patógeno, reducción de la calidad del tubérculo, ya sea fresco, procesado y/o para semilla.
Para prevenir esta enfermedad, recomendó elección de variedad, tratamiento de tubérculos para semilla, rotación de cultivo (>10 años), nutrientes en el suelo (fertilizantes de nitrógeno), testeo del suelo para patógenos y efluentes.
Por su parte, el Dr. Jan van der Wolf, investigador de Wageningen University and Research, presentó la ponencia «Diagnostics and epidemiology of the Ralstonia solanacearum species complex”.
Señaló que Ralstonia solanacearum, que es la enfermedad bacteriana más grave de la papa en las regiones cálidas del mundo, “es todavía muy importante, aunque está casi erradicada, pero este año encontraron nuevamente presencia, pues tuvieron mucha lluvia y hubo inundaciones, y esta agua llevó la bacteria a los cultivos. Recalcó que la han erradicado desde la producción de semillas, pero todavía está presente en las aguas que se usan en canales.
Casi se ha logrado su erradicación, principalmente a través de la certificación, pero es necesario pensar en el futuro en desarrollar cultivares resistentes, “quizás usando organismos modificados”, sentenció el Dr. van der Wolf.
Visión Regional
La Dra. Ivette Acuña, Presidenta de SOCHIFIT, señaló que el cambio climático plantea nuevos desafíos, porque nos estamos encontrando con patógenos emergentes, que antes no eran problema desde el punto de vista sanitario en cultivos de importancia, así como también la introducción de nuevos patógenos en la zona que se van adaptando a las nuevas condiciones ambientales.
Asimismo, el Jefe del Departamento de Sanidad Vegetal del SAG, Sr. Marco Muñoz, indicó que conocer lo que está pasando en torno a la situación fitosanitaria de los recursos agrícolas y forestales es esencial, en el sentido de que “nos permite actualizar nuestras regulaciones, reorientar nuestras vigilancias a nivel territorial y adquirir nuevas metodologías de diagnóstico”.
Destacó que el cultivo de la papa es esencial, es un cultivo estratégico a nivel nacional y para la zona es un tema de permanente preocupación, por lo tanto, estamos implementando una serie de mejoras para proteger ese cultivo.
Desde el ámbito forestal
En este contexto, el Dr. David Shaw, profesor de la Universidad de Oregon, expuso la conferencia “Forest Health and Climatic Change: Potencial Risks for the Forests», cuyo foco fue entregar una perspectiva de cómo el cambio climático afectará a las plantaciones forestales.
Señaló que, si bien hay estudios en este ámbito y se ha avanzado, aún lo que se haga “depende del lugar del mundo donde estés, pues el clima es en todas partes distinto y la investigación también, por lo tanto, los científico suelen experimentar en sus áreas locales para concluir qué patógenos afectan a sus bosques”.
“Por ejemplo, allá en California (Estados Unidos) hemos tenido una mega sequía que ha causado un aumento en la mortalidad en los bosques, pero en otros lugares los patrones de precipitaciones han cambiado y esto influencia el comportamiento de los patógenos”.
Desde el ámbito de la patología forestal, el Dr. Rodrigo Morales, investigador de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, expuso sobre los estudios de araucaria que ha llevado a cabo desde 2016, fecha en que CONAF informó sobre las anomalías detectadas en árboles de esta especie.
El Prof. Morales y su equipo detectaron árboles con daños principalmente en la distribución norte de la especie, zona que ha sufrido más los efectos de la sequía. Por otro lado, encontraron que todos los daños que afectan las araucarias son producidos por organismos nativos: hongos, insectos y ácaros.
«La capacidad de sobrevivencia que tiene la araucaria es increíble. En la Reserva Nacional de Ralco, por ejemplo, uno de los lugares donde esta especie se encontraba más afectada, hemos encontrado araucarias con rebrotes. En Villa las Araucarias, en la costa, observamos el caso de un individuo que tenía más del 60% de la copa seca también con rebrotes», señaló el docente de la UACh.
Es importante destacar que el viernes 30 de noviembre se trataron temáticas sobre cómo afecta el cambio climático a los avances de los cultivos frutales en el sur, contando con las conferencias del Dr. Bernardo Latorre de la Universidad Católica en «Enfermedades en huertos de cereza de la zona sur del país», y del Dr. Mauricio Lolas de la Universidad de Talca en “Enfermedades de post-cosecha en manzanas chilenas”.