Durante la semana recién pasada 30 funcionarios de la UACh participaron en el Curso de Operadores de Autoclaves y Generadores de Vapor, con el objetivo de preparar el examen que deben rendir ante la SEREMI de Salud, para lograr las competencias que los acredita y renovar la licencia como operador de equipos generadores de vapor.
Este curso se dicta cada año en la UACh, organizado por el Departamento de Prevención de Riesgos en conjunto con la AChS. Es así como se da a conocer el Reglamento de Calderas, Autoclaves y Equipos que utilizan vapor de agua, del Decreto Supremo 10, publicado el 19 octubre de 2013 y vigente a partir del 17 abril de 2014.
“Este Decreto es preventivo al dar a conocer las condiciones de seguridad en las cuales se deben operar estos equipos para proteger la vida y salud de quienes trabajan o se sirven de ella y de la población en general”, informó Yolanda Railef, Ingeniero en Prevención de Riesgos y relatora de la AChS.
Considerando que los accidentes con estos equipos, suelen tener consecuencias graves, la experta hizo hincapié en conocer el manual de operación del equipo del fabricante y sus directrices; conocer los procedimientos de uso de autoclave de acuerdo con el proceso preventivo y tener cuidado como operador para evitar algún accidente y/o enfermedades profesionales.
Entre las enfermedades a las que se exponen los operadores de autoclave citó aquellas asociadas al ruido que se genera cuando se secan materiales en el compresor de aire, como parte del proceso (una tarea previa al uso del equipo). También se pueden producir trastornos músculo esquelético, por postura forzada, por tomar objetos en forma inapropiada o por un sobre esfuerzo. Es por ello que existen requisitos de posición y altura de los equipos en el espacio donde se deja.
En cuanto a los accidentes, su operación inadecuada puede causar quemaduras de primer, segundo y tercer grado; heridas por vidrio o pinchazos de corto-punzantes si no tienen los implementos apropiados a la tarea que van realizar. También se exponen a riesgo de shock eléctrico directo o indirecto si las líneas eléctricas no están aisladas y se toma contacto con ella.
Entre los participantes, la Ingeniero en alimentos Nicole Vargas, Analista microbiológico en el Laboratorio de Servicios de ICYTAL supervisa al personal de lavado que trabaja con autoclave para esterilizar el material sucio. Opinó “súper bueno, la relatora explicó con claridad todos los conceptos: un curso completo. Nosotros también tenemos que tener esta licencia porque estamos acreditados por el INN en diferentes análisis de alimentos”.
Pilar Jara, Técnico de enfermería del Instituto de Odontoestomatología solicitó hacer el curso para tener una competencia más ya que ocasionalmente igual debe operar estos equipos. Dijo, “muy buena, el 2012 hice una primera capacitación en estos temas, pero no había ningún material de apoyo. La persona que hizo esta capacitación fue muy clara para sus explicaciones, más los apoyos de los power-point y un libro y un cuaderno que nos entregaron”.
Mientras que Ramón Alarcón, Asistente del Laboratorio de Fitopatología, Instituto de Producción y Sanidad Vegetal, manifestó, “bueno siempre vale la pena… nos llevó por varios puntos que en el Decreto 48 no se tomaban en cuenta y hoy el Decreto 10 si los considera”.
Ramón está a cargo de 3 autoclaves, en las que esteriliza materiales orgánicos como medios de cultivos, suelos y plantas, todo lo que pueda presentar algún contaminante, antes de eliminarlos como residuos domiciliarios. “Hay que estar con los 5 sentidos puestos durante todo el proceso, porque es muy peligroso si no se tiene la capacidad de estar atento. Y es necesario tener los cursos atingentes, sino, es muy difícil que una persona pueda hacer su trabajo de manera responsable”, aseguró.