Nuestro país se ha destacado y ha sido reconocido a nivel mundial como una economía abierta, en general, con altas tasas de crecimiento económico y un modelo caracterizado por el libre juego de bienes y servicios, teniendo al mercado como su principal asignador de recursos y al Estado ejerciendo un rol regulador y subsidiario respecto del papel central que se le asigna al sector privado.
En efecto, las políticas públicas, la legislación y la planificación, constituyen instrumentos del Estado que intentan prevenir resultados no deseados, provenientes tanto del estilo de desarrollo que se impulse, como del tipo de proceso de producción de bienes y servicios y su materialización.
De hecho, una de las claves esenciales para el buen funcionamiento de la economía, es la oportuna implementación de lineamientos de políticas públicas que regulen el marco de acción de los distintos actores y permitan al Estado viabilizar, al menos potencialmente, un desarrollo más equilibrado, más equitativo y más integrador.
En este sentido, Chile se ha propuesto constitucionalmente la meta de asegurar igualdad de oportunidades a todos sus habitantes. Como país pretendemos alcanzar la integración de cada uno al desarrollo de la nación en su conjunto y esa integración queremos verla reflejada en las distintas dimensiones que involucra: social, política, económica, tecnológica, educacional, etc.
Por la especificidad de los problemas estructurales que involucra alcanzar dicha meta, el factor clave para avanzar en la solución lo constituye la educación, por cuanto es un factor desencadenante de la potencialidad de las personas, como ha quedado demostrado en todos los países hoy más integrados.
En este contexto, las universidades de compromiso y servicio público, como la Universidad Austral de Chile, son instituciones comprometidas con los principios constitucionales de integración de las personas a la nación; promotoras del rescate, la conservación y promoción de la cultura como acción clave del fortalecimiento de la identidad nacional y regional; impulsoras de la democraciacomo forma de organización social; entre otros temas.
Así, las universidades son una instancia de propuesta y coordinación de múltiples acciones originadas en el trabajo cotidiano de distintas unidades académicas y no académicas, que se proyectan hacia el medio como iniciativas tendientes al perfeccionamiento de las políticas públicas necesarias para el desarrollo de nuestra sociedad.
LEER COLUMNA EN EL DIARIO AUSTRAL REGIÓN DE LOS RÍOS