*Ver artículo en Revista Ecosphere.
En los bosques andinos del Parque Bosque Pehuén, un área protegida de la Fundación Mar Adentro ubicado en la Región de la Araucanía, los investigadores Javier Godoy, Ingeniero en Conservación de Recursos Naturales, e Iván Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile (UACh), decidieron explorar la fauna de mamíferos presentes en las copas de los árboles. Es así como a través de trampas cámaras descubrieron que el monito del monte (Dromiciops gliroides), un pequeño marsupial endémico de los bosques templados, también habita en lo alto del bosque. Esta información era desconocida hasta ahora, pues el estrato denominado dosel (correspondiente a la copa de los árboles) es aún poco estudiado y las investigaciones previas sobre monito del monte se han realizado exclusivamente desde el suelo.
Javier Godoy, Magíster y joven investigador del Laboratorio de Biodiversidad y Ecología del Dosel de la Universidad Austral de Chile, explicó que junto al Dr. Iván Díaz escalaron algunos árboles centenarios mediante técnicas de arborista e instalaron trampas cámaras en el dosel, entre los 12 y los 21 metros de altura. “Los resultados fueron espectaculares, muy pronto apareció la primera foto del monito del monte, y luego muchas más, en todos los árboles estudiados”, afirmó. Las cámaras estuvieron activas entre enero y abril de 2017, tomando más de 2 mil fotografías, de las cuales 230 registraron a esta especie. En esta tarea, el equipo contó con la colaboración de Juan Luis Celis-Diez, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y experto en monito del monte.
Publicación científica
El Dr. Díaz, señala que este año continúan los estudios. “Ahora sabemos que su presencia es frecuente y se mueve desde el suelo hasta la punta más alta de los árboles”, indicó. Con este descubrimiento –dicen los expertos- viene ahora la siguiente fase: ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de estos hallazgos? Los resultados fueron recientemente publicados en la Revista Ecosphere, aquí Godoy y el equipo analizan las implicancias del estudio. “Posiblemente el monito es una especie mucho más relevante para la biodiversidad de nuestros bosques de lo que pensábamos originalmente. Es un ávido consumidor de frutos silvestres, y al comer un fruto, traga la semilla entera, sin dañarla. Luego, en sus heces, éstas salen listas para germinar. En las copas de los árboles de los bosques chilenos, estudios previos del Laboratorio del Dosel muestran una gran variedad de plantas epífitas, plantas que no son parásitos, sino que usan el árbol como sustrato, transformándolo en un verdadero jardín vertical. El monito del monte es el dispersor de semillas de la mayoría de esas plantas; es decir es quizás el principal sembrador de las plantas que constituyen este jardín vertical”, explicaron. Los investigadores creen que el monito, al ser un ávido consumidor de insectos, también podría contribuir al control de insectos que atacan el follaje de los árboles.
En la publicación, los científicos aclaran que el rol que desempeña el monito del monte, considerado fósil viviente por ser la única especie viva del orden de Microbiotheria, necesita de más estudios y que es muy probable que sea más importante para este ecosistema forestal de lo que se creía anteriormente.