* Vea publicación en El Diario Austral Región de Los Ríos.
El Campamento Musical Marqués de Mancera es ya toda una institución. Nuevamente dará la oportunidad a niños y jóvenes para convivir con la música, esta verdadera lengua franca que permite conciliar nuestros múltiples lenguajes y contextos culturales y sociales. ¡Se realiza cada verano en Valdivia ya por 24 años sin interrupción!
¿Cómo fue el comienzo de esta aventura? Existieron experiencias anteriores como los retiros musicales organizados por el genial músico Arturo Junge en Frutillar, así como vivencias casuales en algún antiguo palacio europeo donde jóvenes se dedicaron por unos días exclusivamente a su música. Por eso Mancera, este idílico islote, cercano a la ahora capital regional pero aislado del tráfico motorizado y de nuestra ruidosa y agitada civilización, pareció un sitio ideal para esta actividad. Además se contó con el apoyo institucional de la Universidad Austral de Chile a través de su Conservatorio de Música donde ya se estaban implementando proyectos pioneros a nivel nacional como la creación de la primera orquesta infantil del país, incluyendo estudiantes regulares e invitados de los colegios vecinos.
Detrás de las Instituciones debe haber personas competentes y comprometidas para que los proyectos se materialicen. El profesor Pablo Matamala con una energía y compromiso fuera de lo común, logró que este sueño se concretara a pesar de los múltiples obstáculos y dificultades que hubo que superar en un comienzo. Más allá del desafío de la organización del proyecto musical, cultural y social, movilizó la acción colectiva, involucró no solo a profesores y alumnos sino a familias enteras. El equipo de los padres se preocupó de todos los aspectos prácticos relacionados con la estadía en una isla que en esa época no contaba aun con abastecimiento eléctrico y de agua potable, y a la que había que transportar todo lo necesario para el uso diario. Asimismo se ofrecieron a los niños actividades complementarias a las musicales: arte, fotografía, deportivos y conciencia ambiental. Todos quedamos impregnados de la mística de estas convivencias y de los primeros conciertos a la luz de velas con artistas invitados y de los niños iniciando sus propias presentaciones.
El tremendo impacto de esta actividad se refleja en que muchos de los jóvenes ahora son instructores en los actuales campamentos, profesores de música, otros realizan estudios musicales superiores en el extranjero por contactos a través de la dimensión internacional del campamento, algunos son destacados músicos profesionales a nivel nacional e internacional. Ya hay varias generaciones representadas en los más de 10.000 niños y jóvenes que han participado, siempre apoyados por la “mama” de los campamentos, Maritza Castillo. Todos han incorporado la música en sus vidas, y sin duda la aprecian y gozan.
Gracias a la perseverancia del Prof. Pablo Matamala el Campamento Musical Marqués de Mancera se ha consolidado como uno de los hitos musicales más importantes del país.