La hipoterapia es un tratamiento reconocido en muchos países y se caracteriza por el uso de los movimientos del caballo como un medio para desarrollar distintas habilidades en personas con discapacidad. Dentro de los efectos más evidenciados se encuentran en las mejoras motoras de control de tronco, cabeza, mejoras del equilibrio y estabilidad en la marcha, pero actualmente se han incorporado muchos beneficios en el área social, cognitiva y sensorial.
El Programa de Hipoterapia UACh atiende, desde el año 1999, a niños en situación de discapacidad de distintas escuelas especiales de la comuna de Valdivia y alrededores. En sus inicios surgió como un proyecto de preservación del caballo de raza chilota de la Facultad de Ciencias Veterinarias, posteriormente vinculándose en su ejecución la Facultad de Medicina, a través de la carrera de Kinesiología.
Para celebrar los 20 años de esta iniciativa se realizó una emotiva ceremonia el viernes 11 de octubre a las 11:00 horas en el Auditorio 4 del Edificio Nahmías (Campus Isla Teja), donde el Rector Dr. Óscar Galindo planteó que la UACh contribuye de distintas maneras a la sociedad, formando a estudiantes de pregrado y postgrado, además de realizar actividades de carácter académico, científico y artístico.
En ese marco, el Rector destacó que en las Universidades existen programas de voluntariado, de formación integral o de aprendizaje-servicio. “Cualquiera sea la manera en que nosotros denominemos este tipo de programas nunca en verdad vamos a estar diciendo realmente lo que significa. Estos programas son de lo mejor que una institución universitaria puede hacer”.
Por su parte, la Directora de Vinculación con el Medio, Dra. Leonor Adán, puso en relieve que éste es “un programa de vinculación porque lo que hace es responder a los requerimientos y necesidades de la comunidad externa. Lo que viene a hacer es aportar con un ejercicio concreto a colaborar en el desarrollo y en el bienestar de personas y familias que requieren el servicio de la hipoterapia”.
En tanto la Directora del Programa Hipoterapia UACh, Prof. Mireya Burgos, expresó que esta iniciativa “es una comunidad donde no existen beneficiarios sino que amigos, donde las personas se respetan y todos nos superamos en nuestras discapacidades”. Añadió que “durante todos estos años hemos atendido a más de 400 niños de distintos colegios”, junto con recordar que “hemos transitado hacia la institucionalización”.
Reconocimientos
A partir del 2014 se crea el Programa de Hipoterapia presentado por las Facultades de Medicina, Ciencias Veterinarias y Ciencias Forestales y Recursos Naturales. La iniciativa busca vincular a la Universidad Austral de Chile con las distintas necesidades educativas y de rehabilitación de la ciudad de Valdivia, así como facilitar el desarrollo de competencias inherentes a la formación profesional de carreras a fines a la rehabilitación, terapia física y manejo de animales. Sin embargo, es un programa abierto a la participación de estudiantes de todas las Facultades. Actualmente se atienden a 17 niños de tres escuelas diferenciales de la comuna con diagnóstico de parálisis cerebral, autismo, ceguera, entre otras. Además, se realizan actividades de vinculación con otras Escuelas, así como capacitaciones.
En la oportunidad se proyectaron videos con historias y testimonios, junto con entregar reconocimientos a colaboradores y voluntarios. Uno de ellos fue el Rector Galindo, quien, en su labor de Vicerrector Académico, gestionó la construcción de las primeras instalaciones dentro del lugar donde se realizan las sesiones. Luego colaboró y favoreció la creación del Programa de Hipoterapia, creyendo en la labor que se está realizando.
Asimismo, se reconoció a Sonia Inzunza, ex Directora de la Escuela Diferencial Walter Schmidt, quien acogió con entusiasmo la iniciativa de realizar hipoterapia en su comunidad escolar, con la cual se ha trabajado hasta hoy. Recordó los inicios del programa, “cuando llega Arturo Escobar -ex académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias UACh-, un gran amigo, y me dice: ‘He escuchado que tú quieres hacer hipoterapia pero no tienes caballos. Y yo tengo caballos pero no tengo niños. Entonces te invito a que participes en este gran proyecto que yo creo que va a ser’. Y desde ese día empezamos a caminar juntos”
Desde sus inicios el programa contó con estudiantes comprometidos que le dieron el sello de amor y responsabilidad a la actividad. Una de las primeras estudiantes voluntarias fue la Dra. Marianne Werner, quien posteriormente se integró como docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias y en esa labor colaboró durante varios años dentro del programa, apoyando a los alumnos en el área de manejo y salud animal. A su juicio, esta iniciativa “es tremendamente valiosa, es una familia, como ustedes han dicho, y los voluntarios le entregan el corazón, el alma a este voluntariado, lo que me ha sorprendido mucho”.
También se reconoció la donación que hizo una familia al programa de Bharani, el nuevo caballo coterapeuta. Subieron al escenario Pamela Santa Cruz, Valentina Bravo y Daniela Vargas.
Testimonios
El exvoluntario Esteban Reyes (médico veterinario) manifestó que la experiencia del voluntario de hipoterapia “es mucho más profunda que algo netamente profesional y académico. Yo creo que te da un sello moral que es diferente. Un prisma distinto con el cual ver la vida y medir de otra forma cuáles son las cosas que realmente importan y cuáles son las verdades prioridades”.
La exvoluntaria Cristina Figueroa (tecnóloga médica) expresó que “la hipoterapia es sinónimo de transformación pues nos transforma en nuestro interior de nuestras vidas y se queda para siempre. Es transformación además para la familia de nuestros niños”. Para ella, “antiguos y nuevos en definitiva somos uno”.
Nadia Cutiño, mamá de Natali Mella (Q.E.P.D., quien participó en el programa) dijo que “ver cómo a ella lo recuerdan para mí es muy grande”. Natali iba a cumplir años el próximo 14 de octubre, por lo que “éste es el mejor regalo que me han podido entregar. Que siga la hipoterapia por siempre, que Dios les bendiga mucho y que sean muy felices como fui yo con mi hija en hipoterapia”.
La Directora del Centro de Educación Integral San Marcos, Erica Ávalos, recordó que esta iniciativa “nació como un proyecto y hoy es ya un programa. Esperamos que con la ayuda de todos quienes están interesados y estuvieron en el pasado y muchos más pueda seguir creciendo por muchos años. Realmente con este tipo de acciones, actividades y programas como éstos la palabra inclusión cobra vida”.
También entregaron sus testimonios Orfelina Quezada (mamá de Mariana, Escuela Walter Schmidt) y Ruth Salazar (mamá de Cony, Centro de Educación Integral San Marcos).
En representación de los beneficiarios del programa, Gabriela, de la Escuela Ann Sullivan, manifestó: “Quiero dar un gran agradecimiento a la tía Mireya y a todos los colaboradores que por su dedicación y voluntad al programa de hipoterapia, el cual ha sido y es muy importante para mis compañeros y para mí… Para nosotros participar es muy emocionante y nos brindan una gran satisfacción y alegría”.
Al término de la ceremonia quienes asistieron se tomaron una foto para recordar este importante hito y cantaron el cumpleaños feliz al Programa de Hipoterapia.