La Universidad Austral de Chile, junto a una red investigadores internacionales, se adjudicó importantes fondos de la National Science Foundation para estudiar, comprender y pensar la infraestructura de una ciudad y su respuesta ante eventos climáticos extremos, como pueden ser severos episodios de sequía en verano e inundaciones en invierno, los cuales ya hemos estado experimentando en nuestro país.
El proyecto denominado Urban Resilience to Extreme Weather Related Events -Sustainability Research Network, cuenta con un financiamiento de 12 millones de dólares y su trabajo se extenderá por cinco años, permitiendo el desarrollo de una red interdisciplinaria de investigadores de nueve ciudades del Norte y Sur América, liderados por la Arizona State University.
La Dra. Olga Barbosa, académica del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Facultad de Ciencias y parte del equipo de científicos, explicó que para nadie es un misterio que los eventos extremos relacionados con el clima cada vez se vuelven más intensos y su periodicidad aumenta. “Lo que esta red de investigadores multidisciplinarios hará es re-pensar la ciudad y su capacidad de adaptación al cambio climático, enfocándose en la infraestructura desde una visión, socio- ecológica-tecnológica (SETS por sus siglas en inglés). Por ejemplo estudiaremos la relación entre la denominada infraestructura gris instalada (ejemplo colectores de aguas lluvia), y cómo ésta puede complementarse con la infraestructura verde (ejemplo áreas verdes y humedales) para así buscar un modelo flexible y adaptable, que preste diversos servicios en caso de eventos complejos”.
La investigadora explica que en Estados Unidos han reflexionado y concluido que la infraestructura gris es demasiado rígida y poco adaptable ante la ocurrencia de eventos extremos provocados por el cambio climático y es por eso que les interesa estudiar ciudades latinoamericanas como Valdivia en Chile y Hermosillo en México, debido a que estas urbes aún conservan mucha infraestructura verde. “Un ejemplo son los diversos servicios ecosistémicos que prestan los humedales y cuya relevancia para la ciudad está reflejada en el plan maestro de aguas lluvia de la capital regional, en el que queda de manifiesto la importancia que éstos tienen para la absorción y canalización del agua, siendo reconocidos como parte de la red primaria de aguas lluvias”, resaltó.
A tal punto se han re-evaluado ciudades en Estados Unidos o en Europa, donde existen planes de desmantelamiento de amplias construcciones de concretos para canalizar las lluvias y han sido reemplazados por parques que pueden ser inundados por el agua, pero que en época estival prestan el servicio de lugar recreacional. “Esta investigación puede servir como guía para Valdivia, en el sentido de reflexionar sobre el uso que se le está dando a las áreas verdes y humedales y revisar el ejemplo de estas ciudades de países desarrollados y no replicar sus errores”, indicó.
El Director de Investigación y Desarrollo de la UACh, Dr. Hans Richter, sostuvo que “la universidad incentiva y motiva a los investigadores a realizar este tipo de alianzas colaborativas, que promuevan la generación del conocimiento a través de múltiples disciplinas que disponen de sus mejores capacidades en las resolución de problemas y/o interrogantes que demanda la sociedad”.
“La participación de la Dra. Olga Barbosa en este proyecto le permite a la UACh generar redes con importantes universidades en el mundo, lo que le permitirá en el futuro seguir desarrollando investigaciones a gran escala”, agregó.
Sociedad valdiviana
La Dra. Barbosa sostuvo que uno de los aspectos relevantes de la investigación que se desarrollará en Valdivia es el contacto y colaboración que llevarán a cabo con el Consorcio Valdivia Sustentable, a través de su oficina técnica Activa Valdivia. “Esto nos permitirá contar con una visión más cercana del tejido social de Valdivia, podremos recoger ideas y planteamientos, asimismo trabajaremos con los tomadores de decisiones de la ciudad, que son quienes incorporan esta información para definir las líneas de acción a seguir. No queremos que esto sea solo un modelo científico, sino que queremos ofrecer soluciones concretas que puedan ser ejecutadas a corto plazo”, dijo.
La investigadora, quien además es integrante de la mesa comunal de humedales, señaló que existen datos concretos en Valdivia, en relación a las inundaciones y el estrato social que se ve afectado. “Existe una correlación estrecha entre los terrenos afectados por inundaciones luego de eventos de precipitación intensos y la vulnerabilidad social de estos barrios, que sin embargo, presentan humedales cerca y que con el hecho de conservarlos se puede optar no solo a solucionar el problema de inundaciones, sino que es posible mejorar el acceso recreacional y otros servicios eco sistémicos que éstos proporcionan”.
Otro de los puntos importantes del proyecto, es que permitirá la formación de capital humano avanzado en temas de sustentabilidad y conservación. El proyecto otorgará dos becas para que estudiantes chilenos viajen a Estados Unidos con el objetivo de conseguir el grado de doctor en la Universidad de Arizona. Además, durante los años que dure el proyecto existirán altos grados de colaboración e interacción entre los diversos equipos que forman la red de trabajo.