Conocer el funcionamiento de los fondos concursables de la Ley 20.283, sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal, y contribuir a su perfeccionamiento fue el objetivo de la reunión llevada a cabo en Villarrica junto a integrantes del Departamento de Bosque Nativo de CONAF e integrantes del Consejo Consultivo del Bosque Nativo.
La inquietud por analizar las diferentes razones por las que la ejecución de planes de manejo y recuperación del bosque nativo está fallando nace de la propia Corporación Nacional Forestal (CONAF), al observar que, si bien los propietarios postulan a los fondos, la ejecución de los planes de manejo finalmente no se lleva a cabo. Entre el año 2009 y 2016 se entregó sólo el 12% de los fondos disponibles.
Para mejorar esta situación se recibieron propuestas, las que se entregarán en un acta resumen. Mauro González, académico del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh y representante en el Consejo de Facultades o Escuelas de Ingeniería Forestal, señaló que lamentablemente la tendencia histórica de deforestación y degradación del bosque nativo no ha sido revertida con la Ley de Bosque Nativo en sus 7 años de promulgada. “Esto se explicaría fundamentalmente por factores tales como la limitada bonificación entregada lo que no suscita el interés del propietario para cambiar su manera tradicional de hacer uso del bosque – lo que conlleva en su degradación a la larga-, y la dificultad de acceso al requerirse la concursabilidad al subsidio.
Por otro lado, a la fecha es importante notar que este subsidio no sólo ha bonificado las propias actividades de manejo del bosque nativo sino que ha financiado otras acciones que apuntan a la recuperación y conservación del bosque como la construcción de senderos para fines turísticos y de recreación. Esto da cuenta que los propietarios están valorando el bosque más integralmente lo que significa considerar más explícitamente otras actividades a bonificar como la restauración de bosques quemados, zonas de protección de cursos de agua, sitios culturales y ancentrales, con fines de plantas medicinales, extracción de exóticas, entre otros objetivos”, afirmó.
Oscar Thiers, académico del Instituto de Bosques y Sociedad de la misma Facultad, señaló que “Los propietarios solicitaron un mayor y permanente apoyo técnico -por parte de la CONAF- en la confección y ejecución de los planes de manejo forestal. La cantidad de extensionistas de la Institución, o profesionales equivalentes, actualmente no es suficiente y no es capaz de apoyar integralmente el proceso de manejo silvícola. Los propietarios reconocen que las faenas silvícolas en el bosque nativo deben ser monitoreadas no solo durante la ejecución, sino que también post-intervención, y para ello, el profesional forestal, en una modalidad de contrato permanente, es esencial en la gestión de estos planes”. Es por eso, según el docente, que se espera que los extensionistas “no solo estén orientados a cumplir metas en cuanto a superficie a manejar, sino que también a concretar efectivamente las acciones silviculturales planificadas en las diferentes situaciones de bosque nativo en la región”.
“Ellos también proponen que el costo asociado al apoyo técnico sea incluido en el subsidio al plan de manejo, por lo menos y muy particularmente, en el caso de los pequeños y algunos medianos propietarios. Este tema es muy sensible para definir la calidad y compromiso del apoyo técnico al diseño, preparación, ejecución y control del plan de manejo. Lo anterior no sólo irá en beneficio del bosque mismo sino que será un apoyo a la labor de CONAF”, explicó el Dr. Thiers.
Otras causas del problema fueron detectadas por el Ingeniero Forestal de INFOR, René Reyes, a través de un proyecto financiado por el Fondo de Investigación de Bosque Nativo. Para Reyes, la Ley debería contemplar un menú mucho más amplio y diverso de incentivos, que se adapten a los distintos roles que está cumpliendo el bosque nativo en Chile. “El bosque nativo es parte de un sistema productivo complejo, en el cual se realizan actividades agrícolas, ganaderas, trabajos extraprediales, etc. En ese contexto, las decisiones que las personas toman no están centradas necesariamente en los bosques. La Ley de Bosque Nativo fue diseñada con un criterio bosque-céntrico, muy propio de nosotros los Ingenieros Forestales, cuando en realidad el manejo de los predios no lo es”, explicó.