*La conferencia se encuentra disponible en https://videoteca.uach.cl/videos/video/1623/ y el foro en https://videoteca.uach.cl/videos/video/1624/
La Dra. Jennifer Baca, de la Universidad de California, Berkeley, expuso el martes 12 de enero de 2016 en la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, la investigación para su tesis doctoral sobre el excomplejo Forestal Maderero Panguipulli, para luego entablar un diálogo entre los asistentes sobre las lecciones de esta experiencia histórica y la importancia forestal actual.
El investigador asociado del Instituto de Bosques y Sociedad de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh y organizador de la actividad, Luis Otero, explicó cuál es la importancia del excomplejo. “Es una experiencia única en Chile porque comienza en el gobierno de Allende como una empresa de trabajadores forestales con el objetivo de producir, pero también de conservar los bosques. Luego, en el gobierno militar, se mantienen ciertos objetivos, como el manejo del bosque y su conservación, y se convierte en un gran centro experimental forestal”.
Aquí se instaló la primera industria importante forestal, la fábrica de tableros de Neltume en el año 1938 y una de las primeras fábricas de puertas y ventanas de Chile. Gran parte de la madera de raulí que se usó en la construcción de San Martín de Los Andes y Bariloche provino de Neltume.
Otero señaló que en este lugar se realizaron los principales manejos a escala productiva de bosque nativo. “Se manejaron más de 10 mil ha., y se hicieron las primeras grandes plantaciones de especies nativas. Todo esto en un contexto político complejo, pero nosotros queremos rescatar lo bueno de esta historia”.
Por su parte, el académico de la UACh, Dr. Víctor Sandoval, indicó que el complejo se encuentra muy vinculado a la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales. “La Universidad Georg-August-Göttingen realizó estudios en la zona a través del exdecano de nuestra Facultad Peter Burschel. Desde aquí también se construyó el primer mapa forestal de la zona y el primer inventario forestal, entre muchas otras iniciativas”.
Excomplejo Forestal Maderero
En el transcurso de años de estudio, la investigadora Jennifer Baca compartió con antiguos madereros del complejo, realizando entrevistas y revisando documentos para reconstituir su historia. “Me interesé mucho en el bosque nativo chileno, pero también la historia me inspiró mucho. Los jóvenes tenemos en este momento muchas metas sobre el cambio climático, uso de la tierra, por un lado, pero también la injusticia social y en este sentido, el Complejo Panguipulli y su historia como empresa de los obreros muestra una alternativa increíble, que aunque duro muy pocos años, creo que hay una gran esperanza dentro de esta experiencia y muchas lecciones que sacar sobre cómo seguiremos adelante en un mundo en que el uso de la tierra tiene que ser manejado de una manera más democrática”, explicó.
En la conferencia, Jennifer Baca explicó la formación del complejo. A partir del año 1970 grandes fundos en Panguipulli fueron expropiados y convertidos en una empresa pública de 360.000 ha. Tenía 3.600 trabajadores y apoyaba a una población de 20 mil personas.
“Se destacan sus metas ecológicas y sociales, se buscaba una política de reforestación que se conectara con el objetivo de dar trabajo a mucha gente. El complejo era una empresa del Estado, pero mandada por los obreros forestales y combinaba el empoderamiento social con manejo forestal sustentable. Se valoraba el conocimiento de todos, tanto el académico formal como técnico forestal y el conocimiento práctico de los obreros”, afirmó.
Luego del golpe militar, explicó Baca, el complejo se convirtió en un foco de represión. “La fuerza laboral se redujo a 100 empleados y 44 obreros. Formaron un sistema de trabajo forestal temporal usando los programas de empleo mínimo”, afirmó.
Respecto a los bosques, señaló que hubo avances en su conocimiento. En los fundos del complejo se experimentaba con manejo de renovales y reforestación con bosque nativo.
“Como lección para el mundo forestal actual que quieran combinar justicia social y sustentabilidad ecológica, diría que la toma de decisiones sobre el uso de recursos naturales no solo es un asunto técnico científico y económico, sino que tiene que ver con la inclusión de grupos sociales, con la participación democrática, pero para lograrlo tendremos que encontrar un equilibrio entre el conocimiento formal y la participación”, concluyó.
El Complejo Forestal terminó sus actividades en el año 1989.