Como es tradición, la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile abrió su convocatoria anual de proyectos, que tiene la finalidad de estrechar lazos con la comunidad desde el quehacer tanto científico, educacional, cultural y/o artístico de la Universidad. Este año, por la contingencia sanitaria, las postulaciones y todo el proceso se efectuó, y se seguirá efectuando, de manera online y remota.
Las iniciativas fueron evaluadas por un jurado externo a la UACh, integrado por profesionales, investigadores/as y gestores/as con trayectoria en distintas áreas del conocimiento, la gestión de proyectos y el trabajo con la comunidad en su diversidad.
Este año, el monto total del presupuesto para proyectos aprobados fue equivalente al de 2020, contando con un aporte mayor por iniciativa, dado que se trató de una convocatoria regular.
Las iniciativas seleccionadas de la Facultad de Medicina son las siguientes.
¡Tu entorno es gigante!
Liderado por el académico Dr. Rodrigo Maldonado Águila, del Instituto de Anatomía, Histología y Patología, el proyecto está dirigido a estudiantes de nivel escolar que han sido uno de los grupos más afectados por el cambio de modalidad de enseñanza debido a la pandemia.
“El paso a un sistema no-presencial ha generado cambios desde lo colectivo hacia lo individual, impidiéndoles participar en actividades con sus pares y de esta forma afectándolos socioemocionalmente. Por este motivo, nuestra propuesta es llevar lo individual a lo colectivo mediante un concurso de imágenes en el cual los propios alumnos serán los encargados de obtenerlas utilizando microscopios impresos en 3D y un teléfono móvil con cámara. Los alumnos participarán de un proceso de selección, donde los elegidos se les enviarán los microscopios impresos para que ellos tomen imágenes de lo que más les guste dentro de su entorno microscópico. De esta forma, ellos podrán subir sus imágenes a la página web del concurso para participar y dar a conocer lo gigante de su entorno”, dijo el profesor Dr. Rodrigo Maldonado.
El proyecto además cuenta con la participación de Dra. María Alejandra Vidal, también del Instituto de Anatomía, Histología y Patología, y de dos estudiantes de pregrado (Tecnología Médica): Consuelo Jalife y Michell Martin. También contarán con el apoyo de LeufüLab de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, a través del Dr. Guillaume Sérandour y Joaquín Castro, para la impresión de los microscopios.
“Si no se pesquisa y trata, el cáncer mata”
Liderado por la académica María José Rodríguez, del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva, el proyecto tiene como objetivo brindar apoyo en la prevención y pesquisa del cáncer de mama y cáncer de cuello uterino, ya que bajo el contexto actual durante la pandemia ha disminuido el control de estas graves enfermedades, puesto que se ha puesto énfasis en el COVID-19. “Sin embargo, el cáncer mata a más personas en Chile que el propio virus SAR-COVID19 a la fecha. La iniciativa pretende realizar actividades educativas a través de Zoom, como también la toma de exámenes de PAP, examen de mamas y solicitud de mamografía a usuarias del CECOSF Mulato Gil de Castro, con la participación de Matronas del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva de la UACh y estudiantes voluntarios de la carrera de Obstetricia y Puericultura”, contó la docente.
El equipo está compuesto además por la docente Yohana Beltrán, también del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva, con la colaboración de Soledad Ojeda, presidenta de la Corporación Sumemos Salud.
Epidemiología fácil para entender esta y otras pandemias
Liderado por el Dr. Diego Halabi, académico del Instituto de Odontoestomatología y Director del Programa Honor en Investigación (PHIM) de la Facultad de Medicina, el proyecto tiene como propósito la realización de una serie de cápsulas audiovisuales que serán difundidas a través de internet y centros sociales, que explicarán -en un formato breve, amigable y animado- los conceptos esenciales que permitan comprender la información en esta pandemia, así como las razones técnicas que cimientan las medidas de prevención. “Fundamentado en la repentina aparición de una pandemia que no solo nos ha obligado a cambiar nuestros hábitos y relaciones, sino que también a comprender un vocabulario técnico complejo para poder entender y cuidarnos en esta situación, nuestra propuesta busca acercar la epidemiología a la población que no tiene formación en ciencias médicas”, destacó el académico.
En la iniciativa participa también la Dra. Natalia Méndez, docente del Instituto de Anatomía, Histología y Patología.
Experiencias en la aplicación de la tele-salud mental en el contexto de pandemia COVID-19
Liderado por la académica Jimena Carrasco, del Instituto de Aparato Locomotor y Rehabilitación, el objetivo del proyecto es generar un espacio donde se puedan compartir experiencias de tele-salud en el ámbito de la psiquiatría y la salud mental con la participación de actores locales regionales, que participan de la oferta de programas y prestaciones en salud mental. Además, se considera la participación de invitados a nivel nacional, cuya experiencia sea considerada relevante para el logro de los objetivos del proyecto.
De este modo, se busca compartir estrategias telemáticas positivas que contribuyen al bienestar de la población usuaria de la red de servicios de salud mental y posicionar a los centros clínicos de la Red de Salud UACh como actores relevantes a nivel regional, en especial durante el período de la pandemia. El proyecto contempla talleres prácticos online y jornadas donde se compartan experiencias positivas de telesalud y de las adecuaciones e iniciativas que han surgido en el actual contexto de crisis sanitaria, permitiendo el intercambio y participación de personas usuarias de los servicios de salud mental, profesionales, estudiantes, organizaciones sociales y todas aquellas personas o grupos que se vean llamadas a reflexionar sobre la situación de la praxis en salud mental en tiempos de pandemia.
“La pandemia de Covid-19 que ha impactado en todo orden de funcionamiento desafía en muchos sentidos el trabajo en salud, por cuanto las necesidades de atención, contención y acompañamiento no desaparecen, sino que se acentúan. En el presente proyecto nos centramos en personas que presentan características asociadas a problemas de salud mental con quienes, para la intervención, un elemento central a trabajar es la participación social, la cual se ha visto fuertemente limitada por las medidas de confinamiento. De este modo, quienes trabajamos en el área hemos visto la necesidad de mudar gran parte de nuestras acciones al entorno virtual, que es donde actualmente ocurren las interacciones sociales que pueden brindar acompañamiento y contención”, señaló la académica Jimena Carrasco.
El proyecto es una iniciativa del equipo del Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) Valdivia, dependiente de la Escuela de Terapia Ocupacional. También participan del proyecto las docentes Joselyn Valenzuela (directora alterna del programa) y Katherine Grandón, coordinadora del Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS).
Programa de entrenamiento muscular de piso pélvico en mujeres con incontinencia urinaria (PROMIU)
Dirigido por la académica Andrea Gutiérrez, del Centro de Rehabilitación Psicosocial de la Facultad de Medicina, y el Dr. Guillaume Serandour, de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, el Programa de entrenamiento muscular de piso pélvico en Mujeres con Incontinencia Urinaria (PROMIU) es un proyecto gratuito, con una duración de 7 meses, que busca apoyar de manera integral a las participantes de la comunidad valdiviana y alrededores, por medio de sesiones online, actividades guiadas y la entrega de herramientas diseñadas para su implementación no presencial.
“La incontinencia urinaria (IU) es definida por la International Continence Society (ICS) como cualquier pérdida involuntaria de orina y una situación que afecta en algún grado a 100 millones de personas aproximadamente en el mundo, altamente prevalente en la población adulta y de dos a cuatro veces más común en mujeres que en hombres. En las mujeres, el promedio de edad para la aparición de IU va de los 45 a los 65 años, esto como consecuencia de factores de riesgo a lo largo del ciclo vital de la mujer como embarazo, tipo de parto, menopausia, entre otros, que se consideran factores etiológicos y pronóstico de IU. Asimismo, la IU permanece con frecuencia como un problema oculto, sólo un porcentaje menor de las afectadas busca ayuda para solucionar su problema, comúnmente con gran retraso, involucrando un problema médico, higiénico y social bastante importante”, explicó la docente Andrea Gutiérrez.
Además, comentó que, debido al contexto generado por el COVID-19, el panorama para las mujeres con IU ha sido de aumento y retraso en la atención de especialistas y que, por ello, el uso de nuevas tecnologías en salud como la tele-rehabilitación y, en particular, la confección de dispositivos, ofrecen una modalidad atractiva para la resolución de problemáticas en medio de la pandemia.
La iniciativa es el resultado de una alianza colaborativa entre el Centro Universitario de Rehabilitación de la Facultad de Medicina y el Centro de Innovación y Emprendimiento 14k de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería.
Círculo de conversación, cuidados y resistencia al trauma psicosocial
Liderado por las docentes Daniela Zúñiga y Alejandra Zolezzi en alianza con el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el proyecto tiene como principal objetivo facilitar un espacio de conversación que permita restaurar y reivindicar los derechos humanos de víctimas de violencia de Estado y que han realizado denuncias al INDH de la Región de Los Ríos, por hechos ocurridos en el contexto del proceso de transformación social de octubre de 2019. En este espacio, será posible compartir vivencias, promover la colaboración focalizada hacia la recuperación del bienestar y la agencia.
Los círculos consisten en ritos de encuentros virtuales que se efectuarán de manera libre y voluntaria, enmarcándose en prácticas conversacionales, es decir, basada en el diálogo en un clima seguro, respetuoso, empático y libre de violencia. Se espera como resultado que los participantes logren expresar sus vivencias, compartirlas, integrarlas de manera colaborativa e idear en conjunto una acción colectiva, apuntando al fomento de la reflexión, expresión, elaboración de las experiencias vividas por parte de los participantes y el bienestar. Finalizará con un hito de acción colectiva.
“Las experiencias que tienen la potencia de poner en riesgo la integridad de las personas y lesionan gravemente la dignidad, por lo general son ocultadas para no provocar mayores afectaciones a otras personas queridas también afectadas, manteniéndose dinámicas de silenciamiento y, por tanto, no reconocidas individual, familiar y socialmente. De esta forma, es probable que estas experiencias se sitúen en un sitio de la memoria que, productos de experiencias similares, se recuperan y re experimentan perpetuando el sufrimiento. Los casos de violencia de Estado quedan en la impunidad y la afectación producto de que estos hechos provocan sufrimiento, traumas psicosociales, que no solo afectan a la víctima directa, sino que a todo su entorno familiar y comunitario, inclusive a personas que simbólicamente se sienten cercanas a esa experiencia”, indicó la académica Daniela Zúñiga.